Por: Julio Torres.
Resulta por cierto bastante incongruente el que le llamemos templo al lugar de las reuniones masónicas, pero eso se debe a que la influencia de los ritos litúrgicos de la iglesia católica han sido nuestra educación inicial y solo se concibe como templo al lugar donde se llevan a cabo esos servicios religiosos.
Pero la masonería va más allá de ese concepto, la masonería analiza a fondo cada uno de los temas a tratar en sus templos, quizás por eso es que quienes ignoran lo que el masón trabaja en dichos templos, lo considera satánico en el mejor de los casos.
El concepto templo no debe alarmarnos en absoluto, pues, templo lo es el mismo cuerpo que ahora utilizamos para manifestar nuestras inquietudes e ideas, aunque el diccionario dice que templo es el lugar para rendir tributo a una divinidad.
No debemos olvidar que el masón rinde tributo al gran Arquitecto creador del universo y que nada tiene que ver con las imágenes e ideas que cada religión a dado al dios que veneran, el gran arquitecto del universo es un concepto más completo.
La distribución de un templo masónico está a la vista de toda persona que quiera verlo, pues existen ceremonias llamadas “blancas” donde puede asistir toda persona que sea invitada sin necesidad de pertenecer a la orden de la masonería.
La decoración del templo está ordenada como el universo, es decir, cada detalle , cada símbolo y cada alegoría contiene una explicación específica y clara de lo que representa, de tal suerte que es analizada desde todos los puntos de vista.
Y al decir desde todos los puntos de vista me refiero a que cada masón que quiera comentar y discernir sobre el tema a tratar, lo puede hacer sin que medie para ello censura previa ni posterior, el masón ejerce su libertad de pensamiento.
Podrá alguien no estar de acuerdo con lo que escucha, pero, también ejerce su libertad de opinión y entonces quienes escuchan obtendrán datos que les permitirá depurar lo escuchado hasta encontrar su propio entendimiento.
Muchas veces he manifestado que la masonería no es dogmática, si lo fuera, entonces ahí se perdería la libertad de pensamiento y después el resto de las libertades, recordemos que el ser humano nace libre, su entorno es quien lo somete.
El entorno es quien prostituye finalmente, y entonces, perdido entre dudas y dogmas el ser humano parece caminar entre sombras y se convierte en presa fácil, para que lo tome de la mano cualquier guía, y lo conduzca como se le antoje hasta aniquilarlo.
Los principios de libertad igualdad y fraternidad, no son solo palabras, son compendios de todo lo que la masonería persigue en sus estudios para la superación personal y del mundo en general.
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