martes, 9 de agosto de 2011

El poder del pueblo



Por: Julio Torres. Considero oportuno tratar este tema por los eventos que se avecinan en este México querido, es posible que tratando de comprender nuestra historia, se puedan encontrar buenos caminos.

Después de muchos años se llegó a determinar que el poder no podía ejercerlo un solo hombre, se crea el poder tripartito, y la masonería como siempre ha estado al tanto de los asuntos sociales, es por eso que en este artículo me he propuesto analizar a grandes rasgos, las atribuciones que la masonería hace para el poder ejecutivo.

La administración de la justicia es el atributo más grandioso de la soberanía y se ha de ejercer alternativamente por el pueblo, es por eso que el poder ejecutivo debe estar subordinado, unir ambas facultades en una misma persona, es entregarse inermes en las garras del despotismo.

Las atribuciones del poder ejecutivo es mantener el orden, impedir que el fuerte oprima al débil, adoptar precauciones compatibles con la libertad, para conservar la salud pública y la seguridad del estado.

Hacer que las leyes y proposiciones de los tribunales de justicia, tengan su debido implemento en todos los casos y circunstancias, dirigir las fuerzas armadas marítimas y terrestres, nombrar a sus inspectores y primeros jefes y los miembros de la policía.

El ejecutivo, podrá imponer su veto temporal a las leyes que dicten los congresos, y se le otorga ese poder porque como la ley ha de ser inviolable y existen casos en que su aplicación fuera inútil y hasta dañina, conviene que alguien esté autorizado para detener su curso y que mejor que el que ha merecido la confianza de la nación.

El jefe del estado tiene que poner en práctica las soluciones del congreso, porque cuenta con más datos para apreciar los inconvenientes materiales de su aplicación, muchas veces los cuerpos del poder legislativo se ven movidos por la pasión o porque el talento de un orador los arrebate o el interés del momento les fascina.

El jefe del ejecutivo analiza con su consejo de ministros el Pro y el contra a sangre fría, y se instruye de sus resultados, deteniendo el curso de la ley que cree errónea o perjudicial, sin embargo, cada país y cada congreso se regirá por medio de su reglamento interno aprobado por mayoría.

El poder ejecutivo, debe ser el agente y no el director del pueblo, los monarcas que la historia define como grandes estadistas que salvaron a su patria de la barbarie, no hicieron más que obedecer la voluntad de los sabios.

Recordemos lo que pasó con Moisés, que proclamó la unidad de Dios y todos los principios para civilizar a su pueblo, le hubieran asesinado si el eterno no le defendiera, ¿cuantas veces no volvió a la idolatría?

Se dispuso que el pueblo fuera gobernado por jueces elegidos por el pueblo, pero prefirieron un rey absoluto porque no sabían usar sus derechos de hombres, la masonería describe las excelencias que deben adornar a los miembros del poder ejecutivo:

Que sean puros e incorruptibles, buenos ciudadanos que amen a su patria sobre todas las cosas, no se necesita escoger los sabios, basta con que tengan honor y conciencia y suficiente capacidad para comprender su obligación.

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