martes, 2 de agosto de 2011

Las almas como leyenda


Por: Julio Torres. Las almas progresan durante su permanencia en los mundos transitorios, de tal modo que se reúnen para instruirse y poder obtener más fácilmente permiso para trasladarse a mejores lugares y así llegar a la posición de los elegidos.

Los mundos transitorios están por su naturaleza especial perpetuamente consagrados a las almas errantes, pero su posición es temporal, pues en su superficie, quienes lo habitan no sienten necesidades, esos mundos son estériles por transición, la belleza se traduce en las bellezas de la inmensidad, que no son menos admirables que las que llamamos naturales.

No existe algo inútil en la naturaleza, todo tiene su objeto y su destino, nada está desocupado, todo está habitado, y en todas partes reina la vida, así pues, durante la larga serie de siglos que transcurrieron, antes de que apareciera el hombre sobre la tierra durante aquellos lentos períodos de transición, atestiguados por las capas geológicas, incluso antes de la formación de los primeros seres orgánicos.

Las percepciones que tenía el alma durante la encarnación las conserva porque su cuerpo era como un velo que se las ocultaba, además la inteligencia es un atributo pero se manifiesta mas libremente cuando no tiene trabas, mientras mas se aproxima a la perfección, es que sabe más, si son almas superiores saben mucho más.

El mundo de las almas descarnadas viven indiferentes al tiempo, tal como lo comprendemos nosotros, para ellos desaparece la duración, y los siglos que tan largos nos parecen, a ellos nada les importa. 

Comparativamente, en los lugares que ocupan las almas después de haber encarnado su idea del presente es menor, es como el que puede ver, tiene una idea mas exacta de las cosas que el ciego, las almas ven lo que nosotros no vemos y juzgan por lo tanto, de manera diferente, cuando se ocupan del pasado, se les convierte en presente y como nos sucede algunas veces, recordamos lo que nos ha llamado la atención.

Cuando se consulta a las almas o espíritus como se les denomina en la práctica del espiritismo, casi siempre se les consulta, no por el pasado sino por el porvenir y ese tipo de consultas, solo las contesta una entidad de alto nivel de perfección de manera congruente, muchas veces solo entrevén, se dice que no siempre les es permitido.

Puede ocurrir que lo que interpreten como futuro les parezca presente, después de la muerte, el alma ve y abraza de una ojeada sus emigraciones pasadas, muchas veces un alma inferior dice que Dios le prohíbe o le permite alguna cosa, pero ¿Cómo sabe que procede de él?, desde luego que no lo ve, pero dice sentir su soberanía.

Cuando no debe hacerse otra cosa o decirse algo, lo percibe como una intuición, como una advertencia invisible que le impide hacerlo, parece que sucede lo mismo en nuestro mundo cuando experimentamos presentimientos, que son como advertencias secretas de que hagamos o dejemos de hacer tal o cual cosa, en mayor o menor grado, parece que ellos pueden percibir mejor las advertencias divinas.

Mucho es lo que falta por analizar de estos asuntos que la curiosidad nos conduce a buscar respuestas convincentes, buscaremos la información adecuada, hasta entonces.

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