sábado, 13 de agosto de 2011

Inteligencia y rectitud


Por: Julio Torres. Con demostraciones de inteligencia y rectitud es como se puede entregar lo mejor a la familia y al mundo en general, poco a poco trataremos de ser mejores cada día, por medio de símbolos se puede manejar de manera magistral cualquier herramienta.

Un cincel y un martillo, son suficientes para que el escultor pueda dar forma a una piedra que no tiene forma definida, pero él ha encontrado la forma en su imaginación y sabe que con trabajo y paciencia llegará el día en que verá la realidad de la imagen que surgió en su mente.

Tal vez para terminar la obra aprenderá a utilizar un compás y una regla, que son instrumentos especiales en las obras humanas, que permiten trazar círculos perfectos que con la ayuda de líneas claras y definidas encontrará la proporción que busca para su obra.

La más hermosa de las figuras es el círculo, porque muestra lo justo de las medidas, la distancia del centro hacia cualquier punto es la misma, diría la geómetra, es la igualdad de los radios, de tal suerte que junto con la regla las figuras perfectas aparecen casi en automático.

La pareja del compás y la regla los podemos definir como el regulador por excelencia de lo cierto y de lo falso, nos enseña a discurrir las consecuencias exactas, con el compás y la regla formamos las figuras geométricas, obtenemos líneas y medidas perfectas, obtenemos el triángulo, tan venerado en todos los tiempos porque significa la fuerza y el orden.

Sin conocer las propiedades del triángulo, resulta imposible demostrar las leyes del universo ni construir obras duraderas, esas propiedades conforman la trigonometría que aplicadas a los cuerpos celestes son la base de la astronomía.

El curso de un buque, o sea, la navegación, los proyectos de edificios, la arquitectura en si, están sustentadas por el triángulo, que es el alma de las ciencias, la geometría es la piedra fundamental de las ciencias y las artes.

La mejor forma de conocer aquello que desconocemos es por medio de símbolos, recordemos que desde temprana edad lo primero que nos presenta el mundo de nuestro entorno es por medio de símbolos pues no dominamos las palabras, nuestro lenguaje y la forma de hacernos entender es casi instintiva.

Importante y trascendente resulta lo que aprendemos de manera hermética, pero con libertad de pensamiento, sin que aparezca la más pequeña muestra de un dogma, solo así se puede calificar lo que se nos dice para definir si es real o ficticio.

Inteligencia y rectitud es todo lo que se necesita para descubrir cuando escuchamos una verdad y cuando una falacia, inteligencia y rectitud son dos herramientas grandiosas para caminar sobre las cosas buenas y malas que la vida pone frente a nosotros.

Como si ese caminar significara deambular entre lo negro y lo blanco, para demostrar que como seres humanos estamos muy por encima de los extremos de lo bueno y lo malo y que somos capaces de conducirnos por el centro solo con ligeras oscilaciones.

Inteligencia es uno de los atributos que recibimos desde el momento en que arribamos a este mundo como viajeros en el tiempo y solo se nos pide que utilicemos esa inteligencia con la rectitud necesaria para evitar hacer daño a nuestros semejantes en ese andar.

Inteligencia es la facultad de conocer, es lo que permitió al hombre aprender lo necesario para sobrevivir con rectitud, o lo que no tiene ángulos ni curvas, que unidos hacen la felicidad en la vida misma.


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