miércoles, 10 de agosto de 2011

Libre albedrío


Por: Julio Torres. Quien y como va a regir la manera de ser de las personas desde el punto de vista alma- espíritu, y como la filosofía ha tratado de explicarlo a lo largo de la existencia del ser humano sobre la tierra.

La conciencia, el honor y el talento junto con el libre albedrío, son propiedad del alma, por lo tanto se considera información que se inmortalizará junto con el alma, y por otro lado, la forma en que se manejó el cuerpo para bien o para mal, al ser propiedad del espíritu, se perderá junto con el, al momento de morir.

El cuerpo humano del hombre y de la mujer difieren en muchos aspectos pero solo se debe a que uno es el complemento del otro, no se les puede mantener aislados, su tarea es preservar la especie, solo se concibe en la unión de ambos, para de esa forma hacer que surja el tercero, que continuará la obra divina de la continuidad de la especie.

Cuando un niño nace, es decir, cuando es expulsado del jardín del edén, al momento de su primera aspiración, hemos dicho que recibe el alma que le ha sido asignada, y a partir de ese momento el niño manifestará su manera muy personal de pedir se le cumpla la primera de sus necesidades, el alimento, aparentemente todos los niños lloran de la misma manera, pero eso no es cierto, pregunten a las mamás.

Al paso de los días, meses y años, parece que el niño va adquiriendo formas de carácter que ya conocemos, pero tampoco es cierto, cada niño responde de una manera diferente a los estímulos, cada niño, de acuerdo a la información que tenga su conciencia, es la forma como va a definir la relación con su entorno, y ahora entra en acción otro factor llamado: libre albedrío que va a influir en el honor.

El libre albedrío determina cuando se debe tomar una decisión en un sentido o en otro, y solo la conciencia es quien podrá cambiar una decisión si la considera no apta para la manera de ser del alma que le fue otorgada y entonces, como sacando de un archivo, pondrá sobre la mesa los conceptos: honor, inteligencia, valor, rectitud, prudencia, sentido común y hasta la filantropía, el resto se adquirirán a corto o mediano plazo.

Las acciones tomadas por un ser humano en cualquier asunto, estarán regidas siempre por su alma, ante estas decisiones, no queda más remedio que aceptar que la información que el alma otorgada, tiene en su maleta, al ocupar nuestro cuerpo, determinará nuestro comportamiento, a lo largo de la permanencia en esta vida, y unido a la genética aportada por nuestros padres, es lo que hace que cada ser humano tenga su propia personalidad.

Entre hermanos, descendientes de los mismos padres, muchas veces no se explica como es que uno de ellos o varios no resultan buenos ciudadanos o simplemente buenos hijos o buenos hermanos y esto es porque el alma que a cada uno de ellos le fue entregada, tiene forma de ser propia y solo la genética es capaz de unirlos en determinadas acciones, pero cada uno manifestará una forma de ser original.

Cada día se adquieren otras facultades que a su vez enriquecen el mundo que nos espera, cada día aprendemos nuevas cosas, cada día acumulamos experiencias que muchas veces ni idea tenemos de su existencia.

Albedrío como sinónimo de voluntad es exactamente lo que nos hace distintos, es lo que determina nuestra manera de ser, como facultad de decidir de manera propia y libre, está comprobado que solo llegan a la meta quienes de alguna manera hacen buen uso de su libre albedrío.

Afirmo entonces que si una persona me dice que sí puede alcanzar un sueño, desde luego que estaré de acuerdo que sí lo puede alcanzar, si por el contrario, me dice que no puede alcanzar su sueño, también estaré de acuerdo, nunca podrá alcanzar ese sueño.

El albedrío responde total y completa cualquier duda, pero la manera de utilizar ese albedrío es propiedad personal, nadie debe decidir por nosotros, nadie debe intervenir en nuestro libre albedrío.

No hay comentarios: