jueves, 24 de febrero de 2011

Leyenda y un pensamiento divino

Por: Julio Torres

Escuchar en nosotros mismos, y ver en el infinito del espacio y el tiempo, para escuchar el canto de los astros, la voz de los números y la armonía de las esferas.

Cada sol es un pensamiento de Dios, cada planeta un modo de ese pensamiento, y para conocer el pensamiento divino, es para lo que bajan y suben penosamente las almas en el camino de los siete planetas y de sus siete cielos.

Infinito resulta el poder del pensamiento con el que hemos sido dotados, inclusive muchas veces nos hemos preguntado: ¿Qué hacen los astros? ¿Qué dicen los números? ¿Qué dice la historia?

A la altura del siglo XII A. C. El Asia se hundía en el culto de la materia, la India marchaba a grandes pasos hacia su decadencia y un poderoso imperio se levantaba: Babilonia.

En las orillas de los ríos eufrates y tigris, se situaba la colosal y monstruosa ciudad de Babilonia, que impresionaba por su agitada vida.

Sin derechos ciudadanos, sin respeto humano, sin principio religioso, solo ambición personal sin control, esa era la ley de los sucesores de Ninus y Semíramis.

¿Qué podía hacer Egipto contra ese torrente invasor? El trabajo civilizador de tiempos anteriores simplemente estaba a punto de su desaparición.

Transcurridos seis siglos, dos pueblos de genio opuesto pudieron encender sus antorchas: Israel y Grecia, una aclara las profundidades del cielo y la otra ilumina y transfigura la tierra.

La importancia del pueblo de Israel para la historia de la humanidad, resaltaba a primera vista por dos razones, la primera representaba al monoteísmo, la segunda dio nacimiento al cristianismo, eslabón necesario entre oriente y occidente.

Moisés, iniciado egipcio y sacerdote de Osiris, fue el organizador del monoteísmo, por él, ese principio hasta allí oculto bajo el triple velo de los misterios, salió del fondo del templo para entrar en la historia.

Moisés tuvo la audacia de hacer del más alto principio de la iniciación, el dogma único de una  religión nacional, y la prudencia de revelar sus consecuencias solo a un pequeño número de iniciados.

La ley de Moisés, sigue siendo hoy día, la fuerza espiritual que alienta una de las razas humanas más fuertes que en el mundo existen.

Las ultimas palabras de Moisés fueron: “Volved a Israel, cuando el tiempo llegue, el eterno os enviará un profeta como yo entre vuestros hermanos”.

“Ese profeta os dirá todo lo que el eterno haya ordenado, y quien no escuche las palabras que os diga, el eterno pedirá cuentas.

Es posible que el mensaje sea más profundo de lo que en este momento describo, pero debo reconocer que la inmensidad de posibilidades que nuestro pensamiento presenta, es lo que nos coloca en el lugar de privilegio que estamos colocados en la obra divina.

“Escuchad en vosotros mismos, mirad en el infinito del espacio y el tiempo, allí se oye el canto de los astros, la voz de los números, la armonía de las esferas”.

Es posible que lo anterior sea un verdadero pensamiento divino, que debemos hacer nuestro, y meditar en ello, por el resto del día.

martes, 22 de febrero de 2011

Leyenda y Orfeo

Por: Julio Torres

Eran aún tiempos de Moisés, cinco siglos antes de homero, tres siglos antes de Cristo, y la India se hundía en su ciclo de tinieblas, y no ofrecía sino una sombra de su antiguo esplendor.

Asiria tiranizaba al Asia, Egipto y sus Faraones, aún resistían a la creciente descomposición universal, por todos lados  se apreciaba movimiento poco entendible.

Israel iba a levantar en el desierto, el principio del Dios masculino y de la unidad divina, Grecia estaba profundamente dividida por la religión y por la política.

Pero tras la Grecia estaba la Tracia salvaje y ruda, sin embargo, ¿Por qué Tracia fue siempre considerada por los griegos como un país santo por excelencia, el país de la luz y la verdadera patria de las musas?

Tal vez, porque aquellas altas montañas, tenían los más antiguos santuarios de Kronos, de Zeus y de Urano.
Lo cierto es, que en esa época había aparecido en Tracia, un hombre joven de raza real  dotada de una seducción maravillosa.

Se decía que era hijo de una sacerdotisa de Apolo, su voz tenía un encanto extraño, hablaba de los dioses en un ritmo nuevo y parecía inspirado.

Su blonda cabellera, orgullo de los dorios, caía en ondas doradas sobre sus hombros, y la música que fluía de sus labios, presentaba un contorno suave y triste a su faz.

Sus ojos, de un profundo azul, irradiaban fuerza, dulzura y magia, los feroces tracios evitaban su mirada, pero las mujeres, versadas en el arte de los encantos, decían que aquellos ojos mezclaban, en su filtro azul, las flechas del sol con las caricias de la luna.

Las mismas bacantes, curiosas de su belleza, merodeaban a su alrededor como panteras, y sonreían a sus palabras incomprensibles.

De pronto, aquel joven, que llamaban el hijo de Apolo, desapareció, se dijo que había muerto, en realidad había huido secretamente a Samotracia, luego a Egipto, donde había pedido asilo a los sacerdotes de Memphis.

Después de atravesar sus misterios, volvió al cabo de veinte años bajo un nombre que había conquistado por sus pruebas y recibido de sus maestros.

Se llamaba “Orfeo”, lo que quiere decir: Aquel que cura por la luz.

Una vez más, encontramos relatos históricos, que envían nuestra imaginación a lugares extraños pero fascinantes, Orfeo es uno más de los grandes iniciados, y que en su momento nos ocuparemos de cada uno de ellos.

Orfeo pudo ser pontífice de Tracia, gran sacerdote del Zeus Olímpico, y para los iniciados, el revelador del Dionysos celeste, pero terminada su labor, Orfeo nos abandonó.

lunes, 21 de febrero de 2011

Leyenda y donde reside Dios

Por: Julio Torres

Buscar a Dios en el cielo o en cualquier otro lugar me parece inútil, muchas teorías dicen que es en el interior de nosotros mismos donde reside, lo complicado es encontrarlo.

El hombre que hace el sacrificio de sus deseos, y sus obras al Ser, de donde proceden los principios de toda cosa, por quien el universo ha sido formado, obtiene por tal sacrificio la perfección.

Quien encuentra en si mismo su felicidad, su gozo, y en si mismo también su luz, es uno con Dios, el alma que ha encontrado a Dios, se libra del renacimiento y de la muerte, de la vejez y del dolor, y bebe el agua de la inmortalidad.

Desde la época aria, a través del período que siguió a los tiempos védicos, la conquista persa y la época alejandrina, es decir, durante un lapso de más de cinco mil años, Egipto fue la fortaleza de las altas doctrinas.

En conjunto constituye la ciencia de los principios, y que pudiera llamarse la ortodoxia esotérica de la antigüedad.

El nombre de Hermes Toth, ese misterioso iniciador del Egipto de las doctrinas sagradas, se relaciona sin duda con una primera y pacífica mezcla de la raza blanca y de la raza negra en las regiones de Etiopía y del alto Egipto.

Hermes es nombre genérico como Manú y Budha, pues designa a la vez, a un hombre, a una casta y a un Dios.

Como hombre, Hermes es el primero, el gran iniciador del Egipto, como casta, es el sacerdote depositario de las tradiciones ocultas.

Como Dios, es el planeta mercurio, asimilado con su esfera a una categoría de espíritus, de iniciadores divinos, en una palabra, Hermes preside la región supra terrena de la iniciación celeste.

En la economía espiritual del mundo, todas esas cosas están ligadas por secretas afinidades como por un hilo invisible, el nombre de Hermes es un talismán que las resume, un sonido mágico que las evoca.

De ahí su prestigio, los griegos, discípulos de los egipcios, le llamaron a Hermes Trimegisto o tres veces grandes, porque era considerado como rey, legislador y sacerdote.

La cronología egipcia, llama a su época el reino de los dioses, pero la luz que atrajo del cielo para nosotros, brillará eternamente.

Armados con antorchas de los misterios, y en la noche terrestre descubriremos nuestro doble luminoso, nuestra alma celeste, seguiremos a ese divino guía que es nuestro genio, porque él tiene la clave de nuestras existencias pasadas y futuras.

Como vemos, el asunto del lugar donde reside Dios, siempre va a resultar un enigma, en razón de que al imaginarlo con apariencia humana, la idea se complica.

La forma de describir el lugar donde reside Dios, me temo que lo dicho al principio es lo más acertado, “Todos llevamos en nosotros mismos un amigo sublime que no conocemos”.

Dios reside en nosotros mismos en nuestro interior, pero pocos saben encontrarle.

domingo, 20 de febrero de 2011

Leyenda y cuando soñamos

Por: Alfredo Aviña

Sucede que cuando soñamos parece que no somos seres racionales, solo actuamos, ese es el secreto, pues en el sueño se pueden armar o ajustar los acontecimientos.

Puede tratarse de asuntos de la vida cotidiana o de la vida anterior en el mejor de los casos, solo así se puede percibir el sueño con desajustes de energía.

Pueden parecer desajustes de personalidad, es claro que no aplico el concepto desajustes energéticos porque entonces nos estaríamos al todo, es decir, al interior y al exterior.

Esta idea no la puedo compartir, porque entonces se diría que estoy hablando de alguien que ya no esta en este plano y tal vez hasta en otra dimensión.

Durante los sueños nada puede distraernos, solo en la vida diaria es que queremos enterarnos de todo, deseamos saber que pasa en nuestro entorno, queremos verlo con una lógica de vida.

Desde luego que eso no es posible pues en el plano del sueño somos libres, actuamos con tal libertad que el concepto tiempo espacio no lo podemos manejar hasta aprenderlo.

En los sueños todos, cambia, todo es distinto, todo es posible, nada se parece al mundo que estamos viviendo, hay quien a esto le llama “ensoñar”.

Yo también le llamo ensoñar, solo que la palabra “sueños” es más comprensible para la mayor cantidad de los seres humanos, y resulta sencillo manejarlo de esa manera.

Es importante recalcar que cuando soñamos, estamos reparando algo, por nosotros mismos o con la asistencia de alguna entidad espiritual que por decisión propia se acerca a prestar ayuda.

Los desajustes de energía, se presentan en el transcurso de nuestra propia vida, puede ser desde nuestro nacimiento, por lo que es recomendable ajustar la manera de comportarnos de la mejor manera con el fin de avanzar en la espiritualidad.

El trabajo comienza al principio del desajuste y soñaremos en esta etapa, en la actualidad, parece que tenemos por fuerza reparar algo.

Claro que requerimos de ayuda y asistencia, quizás un espíritu superior, pero la esperanza de poder verlo se reduce a cero ya que eso resulta imposible, su realidad es totalmente diferente.

Las actividades que nos obliguen a ejecutar durante el sueño se parecerán a las de un niño, y poco a poco se ajustarán hasta llegar a la actualidad

Leyenda y la razón

Por: Julio Torres

El orden y el progreso, marchan unidos para garantizar los deberes y derechos, pero se hace necesario, educar a los seres humanos desde la cuna, porque la familia es la base de la agrupación humana.

La razón es, fanal maravilloso que ayuda a ilustrar a los padres, esos guardianes del hogar, que junto con los legisladores, y las  leyes que dictan, corrigen los extravíos de la conciencia, y los sofismas de la inteligencia.

Es muy importante que todo mundo sepa, que la libertad nace de dos manantiales: La inteligencia suma, que proporciona leyes sabias, y la educación, que crea buenas costumbres.

Como si se tratara de un maestro poderoso, la libertad nos enseña un emblema de la virtud, que infunde la trinidad: “conciencia, inteligencia y razón”.

Al proclamar el imperio de la razón, destruimos con ella los sofismas de los absolutistas, los errores de los filósofos, y las utopías de los ideólogos, exponiendo leyes justas.

Se expone en distintos foros, que  cuando se muestra la pureza del hogar doméstico, se comprende que es la única manera, de lograr justicia en el universo.

Como un cuadro, donde se expresa el deseo de realizar, la magnifica imaginación del edén terrestre, creado por el sentimiento intuitivo del poder de nuestra inteligencia, para dominar la materia, y la razón para vencer las pasiones.

Al ver el obstáculo de la ignorancia, la astucia y la ambición, cómo se oponían al progreso, las perfidias de la astucia, y las iniquidades de la ambición, en lugar de buscar que la ignorancia desaparezca con el desarrollo de la civilización.

Se convertían en soldados invencibles con las armas, mucho más que con los conocimientos adquiridos, los hombres de mayor ingenio idearon la leyenda del paraíso perdido.

Con su árbol de la ciencia del bien y del mal, que causaba la muerte al que probaba su fruto, en contra de ese árbol sembraron el de la vida, que resplandece en la nueva Jerusalén.

La luz única que brilla en oriente, y que no pertenece ni al sol ni a la luna, es símbolo del foco de la luz verdadera, o la razón infinita, de la que es un destello la nuestra.

Así como los átomos invisibles del vapor, dilatados por el calor, se levantan de la tierra y caen en fertilizadora lluvia, que absorben sedientos los continentes y las islas, o agrupándose  en caudaloso río, llevan hasta las arenas del mar los vegetales y la vida.

Nosotros, animados por el hálito del creador, nos elevamos a las regiones de la verdad, y reuniendo sin alarma nuestros esfuerzos, vertemos sobre los hambrientos, el maná de esa sabiduría que destila el árbol de los doce frutos.

Cuando llegue el día, en que habremos de comparecer ante la eterna verdad, y se nos pregunte: ¿Qué habéis hecho? Responderemos unísonos: No hemos podido vencer, pero hemos luchado.

La razón, es la única lámpara que ilumina los extravíos de la conciencia y los sofismas de la inteligencia, la libertad nace de dos manantiales: las buenas costumbres y la educación.

sábado, 19 de febrero de 2011

Leyenda y la inmoralidad

Por: Julio Torres

Una y otra vez, cuando trato de analizar las causas de muchos problemas sociales, por sistema encuentro que el origen de los males es simplemente la familia disfuncional.

Imaginar que la inmoralidad se reduce con decretos y leyes contra el lujo y la vagancia, y que la virtud se crea con recompensas económicas, es un desatino.

Contra el vicio no hay más que el estudio o la vida del pensamiento, y la virtud solo se fecunda en el hogar con la instrucción y la honestidad del padre y la educación y castidad de la madre.

Muchas veces se habla del divorcio con la alternativa sobre, si contribuye o perjudica a las buenas costumbres.

Sabemos que la reglamentación no crea obligaciones ni derechos, simplemente los promulga y solo expresa  la manera de garantizar que se cumplan esas obligaciones y derechos.

Por lo tanto, la ley del divorcio es incapaz de atraer males y muchas veces necesaria para impedir el crimen, represalia inevitable de la naturaleza cuando una ley la ofende.

Los legisladores que ven en el matrimonio un contrato revocable a voluntad, ignoran el móvil de los sentimientos del ánimo.

No es el contrato el que lo instituye, es el resultado del deseo de asegurar la subsistencia del contrayente que sobreviva, y de la familia.

Así confunden la previsión legal que corta los extravíos de un acto, con el acto mismo, el matrimonio no es el instinto sexual regulado por el código.

Porque ese es universal entre los animales, solo el hombre forma una familia, solo el hombre puede dar rienda suelta a la pasión para construir la sociedad conyugal.

Tanto él como la mujer abdican de su dignidad al buscarse como instrumento de placer, ya sea por sensualidad, ya la ley, o ya ambas a la par, lo que presida a su deseo.

La familia, base fundamental de la asociación humana, no puede existir sino vinculada en el amor verdadero de la mujer y el hombre, que consiste en la fusión de dos almas, en la unión de lo bueno y lo divino, que caracteriza a nuestra progenie.

Sin la recíproca consagración de los consortes a su felicidad mutua, y a la educación de los hijos, no puede haber moralidad ni buenas costumbres.

La antigua Roma permitió el divorcio desde su fundación, y tres siglos pasaron antes que un romano se presentara a pedir su ejecución.

El pueblo se corrompió y el uso del divorcio fue el medio inflexible para valorar la bastardía, en ese tiempo en Inglaterra, el marido podía llevar a la mujer a la plaza pública con una cuerda al cuello y venderla al que se le antojase, y esto se utilizó muy poco, no se necesitaba.

Como no hay derecho a obligar a que vivan unidos los que se odian, la ley debe garantizar el derecho a su separación o divorcio.

Así también, no posee el derecho de impedir que dos personas libres se consagren a su común ventura y debe afianzarlas en su derecho.

Cuando se alteran los principios del derecho natural prohibiendo el divorcio  o permitiendo la poligamia, ya perpetúan la desgracia de los engañados, ya destruyen la familia y retroceden a la barbarie.

El libertinaje es producto de la corrupción o viceversa, por lo que no debe confinarse el matrimonio legal, al contrario, debe revalidarse.

Solo el matrimonio bien entendido o legalizado de común acuerdo, garantiza que la inmoralidad se mantendrá ajena a la familia y por ende, contaremos con una sociedad sana, libre de toda corrupción.

Una familia ejemplar hace una comunidad ejemplar que se traducirá sin lugar a dudas en el medio de formar un país ejemplar, erradicando toda manifestación de inmoralidad

viernes, 18 de febrero de 2011

Leyenda y el arte del simbolismo

Por: Julio Torres

Es en la familia donde se aprende sobre heroísmo y esa es tarea del padre y de la madre, inspirar en el hijo una serie de valores para impedir caer en las garras de la ignorancia.

Como toda idea, exige la ayuda de los sentidos para comunicarse, se crearon los mitos y se invento “el arte del simbolismo”, que era, infortunadamente, superior a la inteligencia de las masas.

Los primeros cristianos recibieron aquellas formulas de los esenios, iniciados por los discípulos de Salomón, que estableció siete sacramentos, pero el sacerdocio tomó el símbolo por realidad y descendió de maquinista a autómata.

Los casos de Fenicia, Tiro y Cartago, se elevaron sobre las otras naciones y murieron rápidamente a pesar de haber vivido en la abundancia.

Reducidos a pequeño espacio y en lucha contra la naturaleza para su sustento, y contra las naciones vecinas por no verse esclavizados, sus fundadores profesaron la democracia y ejercieron todas las industrias.

La navegación y el comercio fueron su especialidad haciendo del oro el fin de la existencia, entronizaron el monopolio, sacrificaron al interés material el de su dignidad.

Con esta conducta, fue mas para levantar odios que para granjear voluntades, suscitaron la enemistad de los extranjeros y de la gran masa de sus mismos ciudadanos desposeídos y se desvanecieron entre las hordas de sus conquistadores.

Surge la pregunta, ¿Por qué las repúblicas griegas, cuando parecía que darían la ley al mundo por su progreso en las ciencias y las artes, perecieron en su indolencia?

Nacieron tan frescas y se elevaron tan vigorosas, que el talento y las virtudes individuales abrían a todos el templo de la gloria, pero consideraban el trabajo material como degradante.

Ejercían la explotación del hombre por el hombre, negaron el derecho de ciudadanía al pueblo vecino, se aislaron los unos de los otros y redujeron a la esclavitud a los que conquistaban.

Para afianzarse en el poder sacrificaban a las personas e inclusive a sus familias y al estado, en lugar de dar apoyo a la seguridad del individuo, cayeron en la esclavitud más vergonzosa.

Pero entonces, ¿Qué paso con Roma, que dominaba al mundo conocido y murió en la ignominia que de pueblo agrícola se elevo a la omnipotencia?

En su lucha contra los industriales y guerreros se consagro la supremacía del productor sobre el consumidor, enalteciendo en su respeto al hogar domestico y sus costumbres patriarcales y hospitalarias de sus fundadores.

La historia nos dice que las repúblicas italianas desaparecieron muy rápido y que ello se debió a sus errores económicos y sociales, la rivalidad de unas con otras y su carácter aristocrático.

Sus habitantes no recibieron seguridad ni garantías, todo resultaba incompatible y prefirieron un tirano a una reunión de pequeños tiranos.

El arte del simbolismo parece ser la mejor medida para salvaguardar las naciones y no es otra cosa que la pureza del hogar domestico, base de las buenas costumbres, porque el que es digno en la casa lo es en el municipio y en la nación entera.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Leyenda deberes y derechos

Por: Julio Torres

La mala o buena interpretación y aplicación de las leyes es propia de los medios de que estamos dotados para conocerlas.

Nuestra conciencia la adivina, nuestra inteligencia las aplica a complacencia del deseo, por lo que fecunda el egoísmo en lugar de anonadarlo.

Hasta que la razón adquiera su esplendido desarrollo, y nos convenza de que el bien es individual e inseparable del universal, no alcanzamos el reinado de la justicia.

¿Qué son las leyes del decálogo, si no la sensible expresión de las intuiciones de la conciencia? Cuando la inteligencia vino a auxiliarla, se dio un paso más.

Se formularon las religiones, en códigos de moral e higiene privada y pública, sujetándose a los sacramentos y alegorías de las leyes sociales, santificadas por la divinidad.

Los misterios a emblemas del fenómeno de la naturaleza, enseñorearse así a sus esclarecidos inventores de las ciencias filosófico gubernamentales.

Al par de aquellos códigos marcharon los civiles y las constituciones fundamentales de los que se llaman países civilizados.

Cuando se liberan del error en que los mantenían sus explotadores, de atribuir a Dios las obras humanas, la razón desvanece con su luz las tinieblas que nublan la justicia.

Los sacramentos son emblema de las leyes sociales y la prueba de que nuestros antepasados no solo conocían los derechos del hombre, sino que los santificaron.

El bautismo, que es materialmente el aseo conservador de la salud, expresa que la ley del pueblo es la ley suprema, y sus mandatarios deben cuidar de la higiene y policía generales.

Sin  olvidar que el fin más importante de la sociedad, es conservar la vida del individuo y de la especie.

La validación proclama el derecho de todo hombre a aprobar o reprobar lo que se hizo sin su consentimiento.

La penitencia asienta el poder de la asociación para corregir o reformar al delincuente, la correspondencia es el trasunto palpitante de la libertad, la igualdad y la fraternidad de nuestro linaje.

El orden prescribe el equilibrio de los derechos con las garantías de su ejercicio, la extremaunción atestigua la redención del culpable que ha cumplido con su condena.

El matrimonio es la fusión de intereses y sentimientos vinculados en el amor y que propagada a los hijos crea la familia.

Extendida forma el lazo que, asentado por el beneficio de la habitual defensa, funda la tribu, cuyo enlace constituye las naciones.

Como en la familia se engendra el heroísmo y se fecunda la vileza conforme a la habilidad del padre o al talento de la madre, impide que su ignorancia ahogue en el hijo los gérmenes de la grandeza.

El sacerdocio pidió garantías a los desposados para la educación de la prole, exigiendo padrinos para el primero y el último de los sacramentos.

Concluimos entonces que es muy necesario, que todos conozcan sus deberes y derechos, para poder exigir a quienes gobiernan, que acaten con puntualidad el compromiso para el que fueron elegidos o designados.

Leyenda y el intelecto

Por: Julio Torres

Cada una de las doce estrellas, símbolos del zodiaco intelectual, en el que destaca la estrella de la razón, y donde se guardan muchas de las verdades contenidas en el intelecto.

La primera estrella es entender que no hay principio de virtud, de honor ni de moral, que no sea inherente a la conciencia, y que todo ser humano posee por igual que al más instruido.

La segunda estrella enseña que, ninguno de esos principios bastan para gobernar, porque el bien que se hace a los seres humanos por el sentimiento moral, es como todo artificio del ánimo pasajero.

Solo produce efectos transitorios, en tanto que la sociedad es un vasto taller de trabajo y producción, en que el interés material es más poderoso que la moral.

La tercera estrella muestra las religiones, hijas del grado de avance que cada pueblo alcanza, no pueden servir para regirle, todas se apoyan en lo absoluto e invaden el territorio intelectual y le dominan.

La cuarta estrella representa, la metafísica y la psicología, ocupadas en lo abstracto, se pierden en pueriles meditaciones o caen en lo autoritario, y nunca  florece el  progreso.

La quinta estrella es la literatura, que abraza los errores y las verdades de una época, sirve para consagrar el mal, con el prestigio de la antigüedad, y este es tan limitado que más ayuda a la educación que a la sabiduría.

La sexta estrella, es la conducta moral e intelectual, se regula con las nociones de su tiempo o del país en que vive, nociones que cambian en cada generación y a veces cada año, los sabios   encuentran en el camino del progreso y pueden propagar libremente sus ideas.

La séptima estrella, es símbolo opiniones, quiere que las ideas fecundas, penetren y se afiancen, antes de pedir que desaparezca el intervalo que separa a la siembra de la producción del fruto.

La octava estrella declara, que el mejor gobierno, es el que destruye las malas leyes de sus predecesores, ya porque esté al nivel de las luces del siglo, ya porque conozca sus verdaderos intereses.

La novena estrella decreta, que el progreso es el resultado del estudio de las leyes intelectuales.

La décima estrella afirma, que si la naturaleza bruta influye en el hombre, Dios le dio la razón  para comprenderla y dominarla.

La undécima estrella expresa, que los bienes del adelanto indiscutible, se anulan con la corrupción de las costumbres.

Los vínculos de la familia se rompen y se introduce la desconfianza entre los asociados, como los de la moralidad de un país, se desvanecen si marcha a la par de su entorpecimiento.

La duodécima y última estrella representa la idea de que, no basta conocer nuestros deberes ni promulgar nuestros derechos, es necesario saber cumplir los deberes y garantizar los derechos.

Las verdades bien entendidas y observadas invariablemente conducen al florecimiento de la perfección y de la evolución.

Solo se oponen a la evolución la intolerancia, la nigromancia y el fanatismo, lo contrario de la intolerancia no es la caridad, el contraveneno del sortilegio no es la fraternidad, el antagonismo del fanatismo no es la humanidad.

Lo contrario de la intolerancia, el antídoto de la nigromancia y el antagonismo del fanatismo solo es la razón.

Concluimos entonces que nuestro “intelecto” se encuentra en nuestro ser interno, y acertamos que en el símbolo de las doce estrellas del zodiaco, destaca la estrella de la razón.

lunes, 14 de febrero de 2011

Leyenda y el orden

Por: Julio Torres

Orden, disciplina, lineamientos y demás definiciones que se puedan enumerar, se comprimen en un solo concepto, “inteligencia”.

En efecto, solo la inteligencia, es la facultad humana de aprender y razonar, con la destreza y habilidad necesaria para realizar cualquier cosa que la imaginación entrega.

Jean Piaget, psicólogo suizo, es quien estudió el origen, naturaleza, métodos y límites del conocimiento humano definido como epistemología genética.

En su tiempo, Sigmund Freud establece a la inteligencia como un concepto científico que se deduce de la observación, de la conducta humana y sometida a los métodos de cualquier ciencia.

Se hace necesario hablar de la razón, como una cualidad de todo ser humano de ver la realidad de forma diferente, descubriendo lo material y lo existencial en las personas.

Sin olvidar el instinto, conducta que no requiere ser aprendida, que se transmite por medio de la genética entre los seres vivos de la misma especie y responde sin conciencia de la razón.

Pero es en el seno familiar donde nace ese “orden” al que nos referimos, pues si falta ese orden, las familias presentan fenómenos disfuncionales.

Es fundamental que en familia se establezcan puntualmente los lineamientos, cada miembro debe acatar las cosas que reflejen beneficio para todos dentro y fuera de casa.

Como en una pieza teatral, cada elemento de la familia tiene un papel que representar y si cada uno cumple a diario con la representación que le corresponde, toda la familia recibirá el aplauso generalizado.

Ese aplauso generalizado no es otra cosa que la armonía y entendimiento entre familiares, para culminar  con proyectos  exitosos.

Ese éxito a que me refiero, debe ser diario y a cada momento, nunca se puede realizar una buena representación  válida para el resto de la vida.

Lo perentorio es que si una familia funciona con reglas claras y precisas, el éxito es mecánico y la consecuencia no es cualquier cosa pues influye en el entorno social.

En la medida en que muchas familias hagan uso de la inteligencia y razón  de cada miembro, es seguro que la genética de su instinto podrá conformar buenos resultados.

Ni dudar que esos buenos resultados se interpondrán de manera contundente en la comunidad para beneficio de quienes la integran.

Lo más hermoso ocurrirá, si se conforman muchas familias hermosas, muchas comunidades igualmente hermosas, para conformar municipios fastuosamente brillantes.

Trasladado lo anterior a los estados que conforman la federación y por ende al país, nunca más se exhibirían conflictos sociales, cuando cada ciudadano acata lo que la ley establece.

Ese orden al que se refiere el titulo de este reporte, no es otra cosa que el respeto a las leyes, el respeto al ordenamiento, el respeto al derecho ajeno.

Cuando todos y cada uno de quienes integramos un país, trasladamos la inteligencia y la razón a las actividades diarias con el instinto del respeto y la integridad, los resultados florecerán.

La condición es, nunca olvidar que es en el seno familiar, donde se cultivan los buenos principios, las buenas costumbres y el respeto a las leyes, lineamientos y al derecho ajeno que es la paz.

sábado, 12 de febrero de 2011

Leyenda y el mar rojo

Por: Julio Torres

Con respecto al día en que los israelitas cruzaron el mar rojo y el movimiento de las aguas para facilitar la huida, le invito a seguir este hallazgo y juzgar.

Ron Wyatt, investigador de arqueología se dio a la tarea de investigar la verdad o ficción sobre el dato bíblico del mar rojo cuando se abrió el camino.

La pregunta sigue siendo: ¿Realmente existieron los personajes bíblicos que participaron en el éxodo?

Recordemos el escrito que dice: El hijo favorito de Jacob fue José,  y el fue vendido por sus hermanos como esclavo a Egipto, esto es narrado en Génesis 39.

Relata el Génesis que la habilidad de José para interpretar los sueños es lo que hace que se convierta en un personaje muy importante de Egipto, al interpretar el sueño del faraón sobre  las 7 vacas flacas y las 7 vacas gordas.

Gracias a la interpretación de ese sueño, se convirtió en el segundo del faraón y 400 años después Moisés y los Israelitas salieron de Egipto.

Al investigar el lugar descrito en la biblia por donde cruzaron, se encontró que,  las montañas que rodean el gran cuenco de Petra, conocido como monte Hor en la biblia.

La pregunta es: ¿como la columna de fuego podría haber detenido a los egipcios por la noche? las montañas son demasiado pronunciadas para sus carros.

Por imágenes de satélite, se comprobó la profundidad del lugar, el investigador Wyatt, descubrió un puente de tierra bajo el agua exactamente entre la playa de Nuweiba y la parte de Arabia Saudita.

La biblia relata en éxodo 14: 21-22: “Moisés ahora extendió su mano sobre el mar, y Jehová empezó a hacer que el mar se retirara por un fuerte viento del este durante toda la noche y que la cuenca del mar se convirtiera en suelo seco, y se va efectuando una partición de las aguas”.

“Por fin los hijos de Israel fueron por en medio del mar sobre tierra seca, mientras las aguas eran un muro para ellos a su derecha y a su izquierda”.

“Dios separó el mar por medio de una tormenta oriental para exponer este puente de tierra bajo el agua y Moisés pasó sobre ella en tierra seca, así es como los más de 2 millones pudieron cruzar”.

“Y siguió quitándoles ruedas a sus carros, de modo que los conducían con dificultad, y los egipcios empezaron a decir “Huyamos de todo contacto con Israel, porque Jehová ciertamente pelea por ellos contra los egipcios”. Éxodo: 14:25

Desde 1987, Ron Wyatt encontró tres de cuatro ruedas de carro dorado en el fondo del mar en esa zona, además de otros objetos que avalan la veracidad del acontecimiento.

La esperanza para futuras expediciones es explorar las aguas más profundas con las cámaras de control remoto o mini- sumergibles.

La historia dice que, Jacob, hijo de Isaac, excavó un pozo cercano a Sicar, donde Jesús habló con la mujer de Samaria 1000 años más tarde. Beduinos locales y judíos llaman: el pozo de Jacob.

Es posible que la historia sufra cambios en un futuro cercano, gracias a la tecnología moderna, pero seguirá siendo maravilloso confirmar asuntos históricos.

jueves, 10 de febrero de 2011

Leyenda y el sectarismo

Por: Julio Torres

Pitágoras fincó las bases de todas las ciencias de nuestros días como lo son las matemáticas, físicas, biológicas y sociales que siguen vigentes.

Distinto sería el mundo si solo se hubiese guiado a los seres humanos por medio de de las enseñanzas religiosas, aunque a la fecha todavía existan algunas comunidades que así se conducen.

El pitagorismo ha logrado que la gente de hoy se impregne del amor a las cosas de la tierra, aprendiendo y enseñando a obtener los frutos del esfuerzo humano.

Con sabiduría, belleza y optimismo, el pitagorismo hereda a la asociación humana las herramientas necesarias para rechazar las intolerancias de quien dice poseer la verdad.

El duelo de magos sigue existiendo y los contendientes parecen ser los mismos, el pitagorismo  estableció el principio de las ciencias y los religiosos, ofrecen la vida eterna feliz.

Por un lado se estructuró el llamado “santo oficio” con todo lo que produjo, por otro lado el pitagorismo que buscó mejorar el bienestar humano.

Ese pitagorismo fomentó el adelanto de todas las ciencias y las artes teóricas y aplicables, creando así la portentosa técnica de nuestros días.

Desde el punto de vista exclusivamente espiritual, los hombres siempre han contado con dos vías para acercarse a Dios, la vía del misticismo y la del ocultismo.

Las dos vías son representativas de nuestra civilización occidental, por un lado, el misticismo es tal vez el cristianismo y sus distintas sectas.

Por el ocultismo, es el pitagorismo quien toma la otra vía, en cuya descendencia se cuentan desde las academias y universidades, hasta cada uno de los sabios y hombres de estudio y de investigación del mundo entero.

Pitágoras aparece como el primer hierofante o sacerdote de los misterios, nuestros números, nuestros símbolos geométricos y el resto de su enseñanza lo coloca como instructor y guía.

También fue Pitágoras quien aplicó al universo percibido la denominación de “cosmos” y otros significados “conócete a ti mismo y como es arriba es abajo”.

Enseñó en el campo espiritual, que las almas están sometidas a reencarnaciones sucesivas, hasta que, durante el curso de esta sucesión de ciclos de vida, logran la liberación por esfuerzo propio.

En el campo del saber, la ciencia y la filosofía de la vida, Pitágoras aparece en lo más alto del origen de los conocimientos como los concebimos los occidentales.

He titulado este artículo como sectarismo en función de establecer que una y otra forma de ver las cosas tiene su valor conforme lo aprecie cada persona.

Pero resulta fundamental entender que las sectas siempre dejaran a un lado asuntos como la reencarnación y algunos más y a veces descalificando el legado pitagórico.

Creo que es mucho más importante buscar un pensamiento libre que no impida el acceso al trabajo no solo de Pitágoras sino de todos quienes nos antecedieron en este mundo.

El duelo de “magos” creo resulta estéril, más importante será apreciar  lo que cada uno nos entrega.