jueves, 30 de septiembre de 2010

Leyenda y mi amigo español


Por: Julio Torres.->Subscribe a mi blog, es gratis.

Como expliqué en un reporte anterior, tuve la fortuna de conocer a más de 15 personas  con la facultad de prestar su cuerpo  para que una “entidad” establezca diálogo con nosotros.

Esta vez conocí a otra señora con las características suficientes para sorprender al mejor de los escépticos en asuntos espiritistas o para psicológicos o como se les quiera definir.

Cuando conversamos la primera vez, mi amiga me dice que por medio de ella habla un personaje que le dijeron vivió cerca de su casa paterna y que cuando presentó el fenómeno los familiares lo autentificaron como Diego el español.

Lo sorprendente es que esta señora solo necesitaba un momento de silenció, y después de un minuto quizás, mostraba una especie de temblor facial con duración de 10 a 15 segundos y de inmediato comenzaba a hablar Diego.

La voz era bastante grave, y el acento definitiva mente español, quiero interpretar que se trataba de un hombre con más de 50 años de edad y con un léxico muy aceptable en su charla.

Nunca pronunció palabra alguna que resultara altisonante o incómoda, su lenguaje mostraba una educación muy aceptable, aunque después me enteré que era hombre de campo.

En la primera entrevista nadie más que yo estuvo presente, lo cual me permitió establecer un diálogo bastante interesante ya que en ese tiempo me encontraba escribiendo una novela.

Como la primera plática realmente no tenía idea de que platicar por la sorpresa de la charla, entonces se me ocurrió comentar que estaba dedicando el tiempo en escribir.

Me pidió que leyera alguna parte de lo escrito para juzgar el tema y en todo caso aportar algunas ideas si yo se lo permitía y desde luego que eso me animó en gran medida.

El compromiso estaba hecho y a partir del día siguiente, se estableció una gran amistad entre el y yo, pero ahora debía ver si mi amiga aceptaba.

Cuando ella “despertó” de esa meditación, le comenté lo que conversamos que habíamos tenido el ahora amigo Diego y yo, además del compromiso de la novela y si ella aceptaba ayudarme.

Como ella aceptó, pero con reserva o con cierta duda al respecto, me simplificó las cosas, así que a partir del día siguiente comencé con la autoría compartida para la novela.

Solo para despejar la curiosidad, dicha novela no la he podido publicar por compromisos de trabajo en otros terrenos y me propongo terminarla para el próximo año.

Tampoco garantizo que va a ser una gran novela, solo que en este momento me encuentro revisando lo escrito y poco a poco estoy corrigiendo cada una de las páginas.

Un detalle que me sorprendió es que un día, Diego me dijo que extrañaba el sabor del tequila que tanto disfrutaba en su casa y que me pedía le consiguiera un botella pequeña.

A la siguiente “meditación” coloqué la botella de un cuarto de litro sobre la mesa y unas copas, de tal suerte que me pidió servir dos copas y al decir “salud” me sorprende al tomar la copa completa.

Mostró una satisfacción maravillosa que nunca imaginé y me da las gracias por haberle cumplido el deseo y en seguida me dice: estuve pensando y quiero que te pongas a escribir.

Tomé la máquina de escribir y comenzó a dictarme de una manera tan atinada que no tuve más remedio que escribir y escribir de acuerdo a sus ideas.

Después de una hora, que fue lo que duró esta “meditación”, nos despedimos para vernos tres días después y me explicó que no siempre podríamos reunirnos, que él indicaría el momento.

Al “despertar” mi amiga, mostró un gesto de molestia y hubo que explicar lo que había pedido Diego y ella dijo: sabía que en vida le gustaba mucho el tequila pero nunca me lo pidió.

Le expliqué lo dicho por él en función de la nueva o de las nuevas citas, a lo que ella aceptó solo por conocer lo que se escribía, inclusive a partir de ese momento un personaje lleva su nombre.

Por lo pronto, dejo en suspenso la continuación de las siguientes meditaciones, en tanto recuerdo y doy forma  a las experiencias posteriores que resultaron iguales o más interesantes.

A partir de esta ocasión, la mecánica de las meditaciones cambió para bien, y obtuve muchas  experiencias desde otra perspectiva, que ya explicaré en su momento.

Quiero repetir, solo para dejar bien establecido, que lo escrito y narrado en este reportaje es una vivencia personal y de ninguna manera puedo probar por la confianza depositada por las personas que de esto tuvieron noticia y participaron en estas meditaciones. Gracias.


martes, 28 de septiembre de 2010

Leyenda y el protector

Por: Julio Torres.->Subscríbete a mi blog, es gratis.

Cuando me dijeron, que mi protector tuvo nombre y apellido, mientras estuvo vivo en este mundo, de inmediato encontré la similitud con el ángel de la guarda que menciona la iglesia católica.

Describí en reportaje anterior que durante la “meditación” recibí la información de quien estaba asignado para proteger y guiar mi vida, y al hacer la investigación encuentro lo siguiente:

El personaje resultó ser famoso en la primera mitad del siglo pasado, descubrí que murió en el año de 1958 y entonces me di a la tarea de ampliar la investigación.

Encontré datos muy interesantes, resulta que en 1959 a principio de año, sin explicarme entonces lo ocurrido, se presentó una oferta de trabajo que cambió mi vida radicalmente.

Eran tiempos en los que la televisión se encontraba en su época difícil pues hacer televisión era complejo, literariamente decíamos que se hacia televisión con hilos y ligas.

Pero lo grandioso es que a partir de ese año comencé a conocer personajes que nunca imaginé y eso me permitió un grado de avance que tampoco imaginaba años antes.

Todo parecía asunto casual y fue muy difícil entonces comprender lo ocurrido, solo me limité a trabajar de la mejor manera tratando de cumplir con el trabajo buscando la excelencia.

Sin saber como, inicié el hábito de leer lo que nunca antes me gustaba, y obtuve una superación en el medio cultural sin saber que era lo que me empujaba a hacerlo.

Lamentable resultó lo acontecido algunos años después, hubo que despedirse de ese trabajo y a tejer una nueva historia, pasando por muchos problemas pero con mucho entusiasmo.

20 años después, por medio del espiritismo me entero quien es mi protector y hasta entonces entendí la razón de conocer a tantas personas que en vida fueron amigos de él.

Que difícil me resulta en este momento, aceptar que me equivoqué, al no valorar a todas esas personas que ahora entiendo que mi protector buscaba me abrieran el camino al triunfo.

Desde luego que eso no me produce decepción alguna, simplemente, lo acepto como una etapa de aprendizaje e imagino la molestia que le causé a mi protector al no entender los mensajes.

A partir de esa noticia incrementé de manera consagrable el estudio, pues trataba de reponer el tiempo perdido y ocurrió otro incidente que entendí después.

Mi hábito al cigarro y al alcohol estaba muy arraigado, pero durante el estudio, de manera curiosa, abandoné dichos hábitos que me permitieron mejorar la salud.

Es una lástima que se “perdieron” un poco más de 20 años, todo por desconocer estos asuntos que no entiendo porqué los descalifican, pienso que es maravilloso conocer esto.

Muchas veces he cuestionado a personas que muestran un fanatismo radical y les pregunto si las limpias son buenas o malas y me contestan que son obra del demonio.

Entonces les invito a que lean el libro levítico a partir del capitulo 14 donde se describen todas las “limpias” que le fueron dictadas a Moisés para cuidar y proteger al pueblo de Israel.

Debo admitir que ocupé unos 5 años para entender la estructura de la biblia de manera empírica, pero tampoco pretendo recitar  de memoria, solo entendí donde están escritas algunas interrogantes.

Pero lo más importante de este reportaje es el haber podido entender el concepto “protector”, de tal suerte que de haberlo conocido 20 años antes no imagino donde me encontraría.

Actualmente me encuentro satisfecho con mi vida, es más, siento privilegio  por todo lo que he aprendido y como declaré al inicio de estos reportajes, existen personas muy preparadas en este terreno.

Solo deseo narrar las experiencias vividas, lamento eludir los datos que conduzcan a comprobar lo que escribo, solo espero lo disfruten y los juzguen como lo crean necesario.

Pero la historia no termina aquí, resulta que esta primera gran experiencia me condujo a conocer no menos de 15 personas que practican el espiritismo de esta forma.

Aparece un médico famoso que investigué su vida y parece que la forma de hablar por medio de una señora también, nos ha sorprendido al comparar unas grabaciones que el hizo en vida.

Es por eso que garantizo que lo aquí escrito, solo es la experiencia personal, no me mueve interés alguno, solo el deseo transmitir lo  vivido.

El próximo reportaje se refiere a un personaje de origen español, que habló por medio de otra amiga con facultades similares, se los recomiendo ampliamente.

Leyenda y la ley de causa

Por: Julio Torres.->Subscríbete a mi blog, es gratis

Como en las ocasiones anteriores, la reunión comenzó con un aromático café y la platica se tornó agradable pues con esta sumaban más de diez reuniones a las que me permitieron asistir.

Platicamos de todos los temas, pero nunca se me ocurrió hablar de mi amigo y su enfermedad provocada por el cáncer, de modo que me tomó por sorpresa el llamado a la “meditación”.

Como las veces anteriores, la señora tomó su lugar y nosotros hicimos lo propio, aunque de momento yo no supe donde colocarme, pero no faltó quien me ofreciera un lugar.

Como rutina, comenzaron las preguntas de los asistentes y las respuestas de “la entidad”, así definen a la voz que se escucha por medio de la señora que “prestaba su cuerpo” para proceder.

Acostumbrado ya a la rutina, procuraba organizar mis cosas para evitar alguna interrupción ya que el fenómeno de esa forma de comunicarse me resultaba fascinante.

En determinado momento, la señora toma una actitud especial y se dirige a mí, desde luego con los ojos cerrados pero no imaginé en ese momento como fue que me localizó y comenzó lo asombroso.

Sin mencionar mi nombre me lanza una noticia directa, tu gran amigo ya está en su ley de causa y hace un pequeño silencio, como no entendí que era lo que me estaba diciendo, solo se me ocurrió preguntar ¿Qué es ley de causa?

Casi al unísono, todos los asistentes casi me golpean por no saber lo que me estaba diciendo la entidad, pero la voz me dijo de manera muy amable que se trataba del final de la vida.

Los asistentes trataron de explicarme la situación pero, la voz solo se limitó a callarlos y me dice: pero no sufras, su tiempo termina como terminará el tuyo a su tiempo, y una buena noticia:

Le han permitido mantenerse el tiempo necesario para que arregle el asunto de dinero que tienen pendiente entre ustedes, el se encargará de arreglarlo no lo dudes, y cuando ese asunto se resuelva, a las pocas horas deberá despedirse.

Debo reconocer que mi asombro fue mayúsculo, en realidad nada pude decir, el silencio invadió el lugar y todos volteaban a verme también asombrados, sin saber que decir, hasta que:

 Una vez más se dirige a  mí con otra noticia de impacto, “tu protector  es fulano”, no puedo decir el nombre porque se trata de un personaje famoso en este país que murió allá por el año de 1958.

Fue tal la sorpresa que una vez más pregunté: ¿Quién es el? Y todos los asistentes casi se burlan de mí, parece que en el momento se bloqueó mi cerebro y nada podía entender.

Cuando los asistentes me explican de quien se trata, recordé que conocí a ese personaje al final de su vida y por cierto que charlamos bastante tiempo y se consolidó cierta afinidad.

Nunca más supe de él hasta que por la prensa me enteré de su partida, hasta entonces poco a  poco fui recobrando la función del cerebro como antes de ese día.

La meditación continuó de manera normal como en días anteriores, y debo reconocer que tanta información requería de una buena dosis de paz, para poder digerirla.

Cuando ya estaba por terminar la meditación, nuevamente se dirige a mi para indicarme que al día siguiente debe celebrar  una misa en honor de mi protector.

Desde ese día comencé a sentir fuerte dolor que ningún calmante pudo reducirlo por lo menos y de manera curiosa desaparecía a determinada hora de la noche.

Eso me obligó a consultar a la señora y pedir una meditación para investigar la causa, pero ella se limitó a decir que se trataba de compartir el dolor para hacerlo más llevadero entre ambos.

Pasaron algunos días y la sorpresa fue mayor cuando me llaman avisando que mi cheque estaba listo para hacerlo efectivo, instintivamente evité recogerlo hasta que no pude evitarlo y cuando deposité el cheque en el banco, a las pocas horas murió mi amigo.

Una parte extra de este asunto dejo pendiente para la próxima que titularé “el protector”.


lunes, 27 de septiembre de 2010

Leyenda y la primera lección

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Como quedó establecido en el capítulo anterior, fui testigo de una maravillosa solución a un problema dermatológico en un niño sin más intervención que la espiritual de comunicarse.

Por tal motivo, decidí en ese momento investigar en la medida de mi posibilidad  sobre el fenómeno que recién conocía y que movió algo dentro de mí para saber más.

Pero, ¿por donde empezar?, Una persona cercana conocedora de estos asuntos, me indicó  que comenzara por leer todos los libros bíblicos pero desde el punto de vista histórico y no teológico.

Me dijo, “quizás si comienzas por enterarte y descubrir la cronología del génesis, logres llagar a una buena conclusión y de ahí en adelante verás que te va a resultar muy interesante”

De inmediato comencé con la tarea impuesta y curiosamente coincidió con la puesta en escena de la obra “José el soñador” que aparece en el capítulo 39 del génesis y esto se convirtió en la primera lección.

Gran sorpresa me causó el hecho de que desde entonces se habla de una especie de la forma como se comunican entre este mundo y el otro y quizás de otros que no tenemos noticia.

Pero también la recomendación de dejar a los muertos en paz, lo cual resulta un doble discurso, o aceptamos que la forma como se comunican existe o la desechamos por mandamiento.

Como el objetivo de mi estudio era desde el punto de vista histórico, debo admitir que poco caso hice de las recomendaciones y me entregué a descifrar la simbología bíblica.

Esto desde luego me tomó algunos años en los que de manera paralela mi incursión en sesiones de amigos que fui conociendo y que sabían de estos asuntos, solo yo no sabía nada.

Una de las primeras experiencias fue cuando en una reunión de ese tipo, una mujer hasta entonces desconocida, acepta que permanezca en ese grupo pero que guarde silencio.

De pronto, ella cierra los ojos y después de unos instantes comienza a hablar, pero su voz es muy distinta a la que escuché cuando me la presentaron, y veo que se dirige a cada uno de los asistentes pero sin abrir los ojos.

Como nunca se dirigió a mi, eso permitió observar a detalle los acontecimientos durante el tiempo que se desarrolló la reunión, desde luego que fue muy interesante, pero mi duda creció.

Claro que nunca me atreví a cuestionar lo visto y oído, pero el resto del día y algunos días más, la imagen de la señora en los momentos de la reunión aumentaban las interrogantes.

Por fortuna me invitaron a una nueva reunión después de un mes y con gusto asistí, y esta vez la señora nos invitó un café y conversamos de distintas cosas y en un momento determinado guardó silencio.

Vuelve a cerrar sus ojos y ahora comienza a hablar con voz varonil, admito que ahora me  sorprende mucho más que cuando la conocí.
Nuevamente se dirige a cada uno de los asistentes, contestando preguntas, casi todas en el terreno de la salud y ella, o el, parecía recetar las medicinas que aliviarían sus males.

No me extrañó el que no se dirigiera a mi, pues la verdad es que no tenía pregunta alguna que hacerle pues me sentía bastante bien, entonces, de nuevo me limité a observar.

Una vez terminada la “meditación”, así me indicaron que de conocían esas reuniones, una nueva taza de café hizo su aparición y nuevamente a conversar.

Recordé entonces a un amigo entrañable, que en los últimos meses presentaba al parecer un cáncer terminal, y lo comenté, entonces la señora me indica que al día siguiente lo pregunte.

Nos despedimos de manera amigable con la promesa de reunirnos al día siguiente, admito que hasta entonces comencé a creer que se trataba de algo real.

Lo acontecido en la siguiente reunión, o “meditación”, resultó sumamente interesante y sorprendente, por lo que lo reservo para mañana, lo titularé “ley de causa”, espero les guste.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Leyenda y el ingreso a lo desconocido

Por: Julio Torres.->Suscríbete ya a mi blog, es gratis.

Desesperados par la falta de una solución médica efectiva en el padecimiento dermatológico de una persona muy cercana a la familia, y preguntando aquí y allá, recibí una opinión diferente.

Un compañero de trabajo, cuyo puesto era muy modesto se acercó y me dijo, - ¿Me permitiría hacer un experimento con el problema de la persona que enfrenta el problema?

Desde luego que le dije que hablaría con el paciente  para ver si aceptaba acudir con él y someterse al experimento pretendido, pero me contesta que no era necesario.

Sin más comentario al respecto pasaron dos días y el compañero  me indicó que el siguiente paso sería visitar la casa del enfermo y que le permitiera hacer algunas cosas.
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De inmediato acepte la solicitud tomando atribuciones ajenas, porque la gravedad del asunto así se presentaba de manera que la cita se concretó para el siguiente fin de semana.

El compañero trabajador acudió a la cita con una serie de productos desconocidos y comenzó a preparar todo, nos reunimos algunos familiares  luego,  y hubo que esperar la media noche.

Justo a esa media noche, nuestro amigo inició una serie de acciones hasta entonces desconocidas totalmente para mí, y sin saber que comentar en ese momento me limité a observar.

Al cabo de la madrugada me dice que lo hecho debe repetirse a los ocho días sin falta y bajo las mismas condiciones, inclusive nos pide la asistencia de las mismas personas.

Todos los asistentes quedamos comprometidos para la siguiente cita y para asegurar la asistencia, me obligué a organizar una nueva reunión con matices de fiesta.

Al siguiente viernes nos reunimos como el compromiso quedó establecido y nadie faltó a la cita, entonces, nuestro amigo repite los pasos que siguió la semana anterior sin explicación alguna.

De momento debo reconocer que perdí cierta credibilidad por la repetición de lo acontecido, sin embargo, algo dentro de mi me hizo aceptar lo que estaba ocurriendo.

Nada pasó en los momentos posteriores y nuestro amigo se limitó a declarar: ya todo estaba arreglado, lo que provocó que los presentes intercambiáramos miradas de incredulidad.

Como se había preparado una especie de cena similar a un fin de año, nos dispusimos a disfrutar de dicha cena que con la sobremesa nos encontró la madrugada dentro de un ambiente muy agradable.

Debo decir que nuestro paciente era un niño de cuatro años solamente, y como estaba dormido, lo tomé entre mis brazos para que siguiera dormido y aquí comienza lo impresionante.

Pasaros algunos minutos y ante mis ojos se produjo lo que puedo describir como un milagro, comenzó a desaparecer aquello que lastimaba a ese niño.

Incrédulo invité a nuestras visitas para confirmar lo que ocurría y todos coincidieron en confirmar: el mal desaparecía poco a poco de manera muy clara y precisa.

Casi en forma simultánea, dirigimos la mirada a nuestro compañero de trabajo y él, sin siquiera mostrar emoción alguna, simplemente repitió: ¿recuerdan que les dije que todo estaba arreglado?

Después de este asunto, pregunté al compañero de que se trataba lo que había sucedido y solo me contestó que él no sabía como y porqué lo hacía, que su hermano le había enseñado a hacerlo.

Solo como dato extra, su hermano ya no estaba en este mundo.

Esto que he narrado es solo el principio de algo que me condujo a investigar durante los siguientes años, quizás 20 o más, y a la fecha sigo investigando pero sin fanatismo.

Espero que sigan este blog, tengo muchos datos que aportar y lo haré sin interés alguno, solo me mueve el deseo de entregar lo que para mí fue una excelente experiencia.

Es posible que algunos datos se interpongan con los de algunas personas más preparadas que yo, sin embargo, muchas de las explicaciones que describiré aparecen en publicaciones antiguas y modernas que he consultado.

De cualquier manera, espero se entienda que no pretendo dictar métodos, solo son comentarios de mis experiencias ante lo desconocido.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Leyenda vida y muerte

Por: Julio Torres.->Suscribete a mi blog, es gratis

La muerte en los seres orgánicos se interpreta como una situación de órganos agotados, como una máquina cuando se encuentra en mal estado, va a terminar por dejar de funcionar.

El corazón es una máquina de vida, pero no solo la lesión del corazón es la que produce la muerte, el corazón solo es una de las partes esenciales.

La materia inerte se transforma en otras cosas, el principio vital vuelve a la masa, cuando muere el ser orgánico, los elementos que lo forman entran en nuevas formas.

Se dice que los seres vivos lo que hacen es tomar del origen universal, el principio de la vida, lo absorben y lo asimilan, para devolverlo a aquel origen, cuando termina su existencia.
De cualquier manera que tratemos de describir la vida y la muerte considero que solo podemos especular de manera general un fenómeno que por siempre nos intriga.
En algunas disciplinas para sicológicas se dice que la diferencia entre la vida y la muerte es solo la existencia de la “fuerza vital de vida” que determina cuando se está vivo y cuando ya no.
Esa “fuerza vital de vida”, es comparable al efecto que se presenta cuando una lámpara productora de luz, que se alimenta con energía eléctrica y si le acercamos fuego la destruimos.
Un vez destruida esa lámpara, podemos retirar los restos, y de manera imaginaria seguimos los hilos conductores de electricidad hasta llegar al dínamo productor de esa energía.
 Comprobamos que no se ha perdido esa fuerza que hace que la lámpara produzca luz, y entonces colocamos una lámpara nueva y obtenemos luz, ahora estamos seguros que la fuerza no se ha perdido.
Que pasa si colocamos a una persona dormida en una cama y al lado en otra cama similar colocamos a otra persona que sabemos ha muerto hace unos instantes.
La temperatura de ambos cuerpos puede ser similar, quizás si se pudiera hacer una extracción de sangre a los dos, es posible que no se encuentren diferencias.
Probaríamos con un alfiler tocar el pié de uno de ellos y el que solo está dormido, de inmediato despertaría, y el que sabemos que está muerto no respondería a estímulo alguno.
Que hace entonces que uno responda y el otro no, y la mejor respuesta que he encontrado es esa “fuerza vital de vida”, uno la tiene y el otro no la tiene.
Parece que el texto del génesis  resuelve el problema  por medio de la hermenéutica, declara que Dios tomó una porción de barro, creó al hombre y después le sopló en la nariz el aliento de vida y él vivió.
Ese aliento de vida parece que se transporta por medio del aire, es decir, que en el momento del nacimiento, cuando aspiramos la primera bocanada de aire obtenemos esa  “fuerza vital de vida”.
Ahora ya somos autónomos en función de la vida, aunque no de conducirnos porque vamos a necesitar de mamá y todo lo que ello implica.
Aquí no podemos hacer el experimento de llegar hasta el dínamo, porque no hay manera de conseguirlo, solo vamos a entender  que esa “fuerza vital de vida” es  algo divino.
Es posible que alguna vez lo entendamos, pero creo que lo mejor será tratar de entender cada uno de nosotros a su manera esa fuerza vital de vida y si coincidimos en la apreciación.
Es posible que existan muchas teorías en función de la vida y de la muerte, lo escrito es como lo entiendo, pero estoy abierto a las opiniones diversas que se puedan encontrar.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Leyenda y ahora estoy solo

Por: Julio T.

No se como, pero me siento solo, en este momento, mis amigos y amigas están conversando, todo es risa y alegría entre ellos, pero no me invitan, no les importo.

Es una escena que quizás alguna vez hemos experimentado de manera involuntaria, pero sucede, y lo grave es que no entendemos porqué ocurre y no le damos importancia.

Debo reconocer que esta experiencia la viví por lo menos en tres etapas de mi vida y como la medicina no estaba al alcance de nosotros, nadie pudo explicar el suceso.

En la pubertad es cuando se presentó por primera vez, pero lamentable fue el hecho de ser el séptimo miembro de la familia, mi problema no fue notorio.

Algunos años después, ya en la juventud, se presenta una vez más el efecto depresivo, pero ahora con matices de ideas trágicas, llegué a pensar que nada justificaba mi estancia en este mundo.

Como pude, traté de encontrar una respuesta al estado de ánimo que sufría en ese momento, y por fortuna al caminar por una calle apartada algo me ayudó.

Vi a varios muchachos de sexto año de primaria que peleaban rodeados de compañeros de escuela que se divertían y gritaban toda clase de palabras altisonantes.

Me acerqué casi sin sentirlo y de pronto uno de ellos cayó al piso y cuando dos que tres se acercaron a tratar de golpear al caído, me vi obligado a intervenir.

Desde luego que intentaron agredirme, pero con velocidad mental se me ocurrió levantar la mano del triunfador y todos lo aceptaron de inmediato.

El ayudar a ese muchacho hasta ese momento totalmente desconocido para mi, logró el milagro de cambiar la depresión experimentada apenas unos minutos antes.

Al paso del tiempo y por razones totalmente ajenas, un evento para sicológico me indujo a investigar sobre el espiritismo y sus fenómenos.

De tal manera que inicié lo que al paso de los años se convirtió en parte importante de mi vida, por la curiosidad que experimenté ante asuntos des conocidos.

Poco a poco fui entendiendo que esa experiencia de soledad que sufrí en años anteriores debía tener una razón muy poderosa y hasta ese momento desconocida.

El comprender la existencia de un mundo invisible para nuestros ojos, hizo que aquellos momentos de tristeza vividos, logró el milagro que sirvió para evitar una tragedia en mí.

Después de más de 20 años de entregarme a consultar y estudiar a algunos autores sobre los asuntos de ese otro mundo desconocido, todo parecía ser “normal”.

Adquiría sentido el asunto del ángel de la guarda tan mencionado el la liturgia católica, tomaba fuerza el concepto del espíritu protector que define el espiritismo.

Se comprenden entonces muchas cosas y conceptos hasta entonces des conocidos, respuestas que nunca antes había encontrado, lo cual borró totalmente de mi memoria la tristeza vivida.

Desde luego que este tema es muy amplio, pero prefiero dejarlo en este punto solo para prevenir que debemos estar muy alertas con síntomas de depresión, es peligroso.

Espero que quien esto lea, nunca sufra de una depresión que lo haga sentirse solo y triste entre una multitud.

Es un foco rojo que merece toda la atención de quien lo sufra, cuidado.

martes, 14 de septiembre de 2010

Leyenda y la existencia de Dios

Por: Julio T.

Dios es la causa primera de todo lo que existe, Dios es la máxima inteligencia, pero también es lo infinito, es decir, lo que no tiene principio ni fin, lo desconocido y todo lo desconocido es infinito.

Decir que Dios es lo infinito, resulta incompleta la definición, es lenguaje pobre de nosotros que no basta para definir las cosas superiores a nuestra inteligencia.

Dios es infinito en sus perfecciones, pero lo infinito es una abstracción, decir que Dios es lo infinito sería tomar el atributo por la misma cosa y definir una cosa que no es conocida por otra que no.

Pero, ¿Dónde podemos encontrar pruebas de la existencia de Dios?

En el axioma que aplican a sus ciencias: no hay efecto sin causa. Busquen la causa de todo lo que no es obra del hombre, y su razón les responderá.

Para creer en Dios solo hay que observar las obras de la creación.

El universo existe, lo cual significa que tiene una causa, poner en duda la existencia de Dios equivaldría a negar que todo efecto sale de una causa y admitir que la nada puede hacer algo.

Que Dios existe es el sentimiento intuitivo del hombre; porque, ¿De donde brotaría ese sentimiento si no estuviera basado en algo? Esto también es una consecuencia del axioma de que no hay efecto sin causa.

El sentimiento íntimo que tenemos de la existencia de dios no es producto de la educación o de las ideas adquiridas no sería universal, o como los conceptos de la ciencia, existiría solo para quienes hubieran recibido tal enseñanza.

Atribuir la formación primera de las cosas a las propiedades íntimas de la materia, sería como tomar el efecto por la causa, ya que esas mismas propiedades son un efecto que debe surgir de una causa.

Pensar que el azar contribuye a la formación primera, a una combinación fortuita de la materia sería absurdo, nadie que se considere preparado puede calificar al azar como un ser inteligente.

La armonía que controla las partes del universo, revela trabajo combinado y objetivos determinados, por lo tanto, es trabajo de un poder inteligente.

Atribuir la formación primera al azar es un contrasentido, el azar es ciego, no puede producir efectos de inteligencia, un azar inteligente no puede ser azar.

Un refrán muy conocido dice: “por la obra se conoce al artífice”

Así que, examinen la obra, y busquen al artífice, el orgullo es el que origina la incredulidad, el hombre orgulloso no admite que existe algo superior a él.

Se juzga el poder de una inteligencia por sus obras, y como ningún ser humano puede crear lo que la naturaleza produce, la causa primera tiene que ser una inteligencia superior a la humanidad.

Cualquier prodigio realizado por la inteligencia humana, tiene una causa esta misma inteligencia, y cuanto más grande sea lo que ella haga, tanto mayor ha de ser su causa primera.

Esta inteligencia es la causa primera de todo lo existente, cualquiera que sea el nombre que le haya dado el hombre.

Es por eso que a Dios se le considera “la causa primera”, “el eterno”, “el cósmico”, el gran arquitecto del universo” y muchos nombres más que cada religión establece.

Lo importante es entender que él es el inicio y de su inteligencia se desprende todo lo demás, no importa el nombre, sigue y seguirá siendo la causa primera de la que se produce el efecto.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Leyenda y al morir un ser querido

Por: Julio T.

Intentar reunirse con un ser querido en el terreno de la muerte por medio del suicidio es una empresa totalmente inútil, se dice que ocurre todo lo contrario.

Se alejan más de ellas porque Dios no puede recompensar un acto de cobardía y el insulto que se le hace dudando de su providencia.

Ese momento de locura lo pagarán con penas mayores que las que suponen abreviar y no tendrán para compensar la satisfacción que esperaban.

Las consecuencias del suicidio en el estado de espíritu son diversas, pues no hay penas fijas, en todos los casos son siempre relativas a las causas que lo han producido.

Una de las consecuencias inevitables para el suicida es la confusión, no es igual la suerte de todos ya que depende de las circunstancias.

Algunos expían su falta de inmediato, otros, en una nueva existencia que será peor que aquella cuyo plazo han interrumpido de manera violenta.

La observación demuestra que las consecuencias del suicida no son siempre las mismas, algunas son comunes a todos los casos de muerte violenta.

Ante todo lo es la persistencia más prolongada y más tenaz del lazo que une el espíritu al cuerpo, pues tiene casi siempre toda la fuerza en el momento en que se ha cortado.

En la muerte natural, ese lazo se afloja gradualmente y muchas veces se suelta antes de que esté totalmente extinguida la vida.

Las consecuencias de este estado de cosas, es lo prolongado del conflicto espirita, y luego la de la ilusión que, durante un tiempo determinado, hace creer al espíritu que está todavía entre los vivos.

La afinidad que persiste entre el espíritu y el cuerpo, produce en algunos suicidas una especie de repercusión del estado del cuerpo en el espíritu.

Siente los efectos de la descomposición y experimenta una sensación de angustia y horror y este estado persiste el tiempo que hubiera debido durar la vida que han interrumpido.

En ningún caso el suicida queda libre de las consecuencias de su falta de valor y tarde o temprano expía su culpa de una manera u otra.

Muchos espíritus que habrían sido muy infelices en la tierra, han dicho que se han suicidado en la existencia anterior y que voluntariamente se habían sometido a nuevas pruebas para intentar soportarlas con más resignación.

En algunos espíritus el castigo consiste en una especie de apego a la materia de la cual quiere liberarse sin conseguirlo.

La religión, la moral y las filosofías, condenan el suicidio como contrario a la ley natural, todos nos dicen que no tenemos derecho a abreviar por voluntad propia nuestra vida.

Estaba reservado al espiritismo demostrar con el ejemplo de los que han muerto, que no solo el suicidio es una infracción de una ley moral, asunto de poco peso para algunos.

El suicidio es un acto insensato. Nada se gana y si se pierde algo.

Nadie, pero nadie, tiene derecho a disponer de su propia vida, queda claro que tampoco es justificado el querer seguir a un ser querido, solo por la incapacidad de sobrellevar la pérdida de la persona querida.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Leyenda y locuras del suicidio

Por: Julio T.

Nada justifica el quitarse la vida para eludir los problemas o lo que reconsideramos como solución a los problemas, mucho menos hacerlo con la esperanza de obtener una vida mejor

El mejor consejo es el hacer bien las cosas, como el buscar hacer el bien a nuestros semejantes y la solución a nuestros problemas llegará en cualquier momento.

Porque puede tratarse de una prueba prevista desde el argumento de nuestra vida y que tratar de eludirla solo causaría un retroceso en el proyecto para el proyecto divino al cual nos integraron.

Cuando se busca justificar el sacrificio de la vida para salvar la de otro, indudablemente que es sublime la intención y eso no es un suicidio, pero, dios se opone a un sacrificio inútil
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El sacrificio sólo es meritorio cuando es desinteresado y hacerlo, puede tener una segunda intención que lo denigra ante la vista de Dios.

Cualquier sacrificio que se hace a expensas de la dicha propia es un acto meritorio a los ojos de Dios, porque es la práctica de la caridad, no debemos olvidar que la vida es el bien más preciado.

Quien renuncia a la vida por el bien de todos no comete un atentado, es un sacrificio, solo que antes de realizarlo, debe reflexionar que es más útil, su vida o su muerte.

Al escribir lo anterior, no puedo evitar valorar lo ocurrido hace casi 200 años con el sacrificio de Miguel Hidalgo que ejemplifica puntualmente lo escrito, su preparación espiritual jugó un papel muy importante al adherirse al movimiento.

Para exaltar un poco más ese papel de Miguel Hidalgo, en el otro extremo se encuentra quien muere a causa de las pasiones que sabe que su fin se apresura y no puede resistirse.

El hombre cuando es presa de las pasiones, que no son otra cosa que sus verdaderas necesidades físicas, sí comete suicidio, aunque se pueda calificar de suicidio moral.

En este caso, el hombre es doblemente culpable, primero por su falta de valor para dominar sus vicios y pasiones, por lo tanto es más culpable que el que se quita la vida por falta de esperanza.

Quien se encuentra encerrado en sus vicios y pasiones, tiene tiempo para pensar en su suicidio y el que lo hace repentinamente es una especie de extravío o locura.

De alguna manera funciona el juicio divino, debo admitir que es difícil entenderlo, pero es un hecho que las penas son proporcionales a la conciencia que cada uno tiene de las faltas cometidas.

También existe culpa cuando se tiene ante sí una muerte inevitable y que se busca evitar momentos de sufrimiento a cualquier precio, vamos a ver el porqué.

La culpa existe solo por el no esperar el término marcado por Dios, debe haber una respuesta desde luego sobre el porqué no llega el final, pero creo que es parte de la vida misma.

Surge entonces una pregunta, ¿Qué pasa cuando esperamos a última hora una ayuda inesperada? Siempre será más positivo asumir una resignación a la voluntad divina, paciencia para entender.

En pleno siglo encontramos lugares donde las mujeres se queman por voluntad junto a su marido y es muy fácil calificarlo como un suicidio pero esas actos obedecen a un prejuicio.

Creen cumplir con un deber, por lo tanto no contiene el carácter de suicidio, la excusa es la ignorancia y la nulidad moral de las mujeres de esas culturas, algún día desaparecerá esa barbarie.

Las locuras cometidas a causa del suicidio siempre serán censurables ya que no debemos atentar contra el proyecto divino, Dios no puede recompensar un acto de cobardía.

Desde luego que es un insulto dudar de la providencia de Dios, y lo que es claro es que tengamos o no un argumento de vida, habremos de seguirlo con valor y con verdad a toda prueba.

Siempre existe un mañana, siempre aparece la luz cada día, siempre encontraremos la solución a todos los problemas por oscuros que se presenten.

Solucionar problemas es objetivo divino, para la conservar la vida por generaciones.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Leyenda y el suicidio

Por: Julio T.

El suicidio se describe como el hastío de la vida que se apodera de la debilidad de algunas personas, pero estudios a profundidad establecen que se trata de una enfermedad mental.

Para el que utiliza sus facultades con un fin útil y según sus aptitudes naturales, el trabajo no tiene nada de árido, y la vida pasa más rápido, soporta las pruebas de su existencia con paciencia, sabe de la felicidad que le espera.

Pero el hombre no tiene ningún derecho a disponer de su propia vida, solo Dios tiene ese derecho, el suicidio viola la ley divina, solo el que está mal de sus facultades mentales no sabe lo que hace.

Insensatos quienes se suicidan por hastío de la vida, que quieren librarse de las miserias y desengaños de este mundo, porque no trabajan, así no se les hace pesada la vida.

Pobres espíritus que no tienen valor para soportar las miserias de la vida, Dios ayuda a los que sufren, y no a los que no tienen fuerza ni valor.

Las aflicciones de la vida son pruebas o expiaciones, dichosos los que las soportan sin quejarse, porque serán compensados.

Desgraciados, por lo contrario los que esperan su salvación de lo que, en su impiedad, llaman la casualidad o la fortuna.

Esa casualidad o fortuna, pueden en realidad, favorecer por un momento, pero solo para hacerles sentir más tarde y más cruelmente lo frívolo de sus palabras.

Quien induce a una persona al suicidio sufrirá las consecuencias, porque habrá de responder de esto como de un asesinato, hay quien lucha contra la necesidad y se deja morir por decepción, acumula su culpa.

Los que causan su necesidad, o que podrían remediarla, tienen más culpa que él y éste encontrará indulgencia, sin embargo, no será absuelto por completo si ha carecido de firmeza y constancia.

Si no ha hecho uso de toda su inteligencia para salir del problema, infeliz de el sobre todo, si su esperanza nace del orgullo, si es de las personas en quienes el orgullo paraliza los recursos de la inteligencia.

Su humillación en deber la existencia al trabajo de sus manos, y que prefiere morirse de hambre antes de descender de lo que llaman su posición social.

¿No es cien veces más digno luchar contra la adversidad, y desafiar la crítica de un mundo superfluo y egoísta, que solo tiene buena voluntad a aquellos a quienes nada les falta?

Cuantas veces se vuelve la espalda en cuanto necesitan algo, sacrificar su vida por considerar a este mundo como una tontería, no vale la pena,

El suicidio no borra la culpa, al contrario, la incrementa, pues agrega otra mala acción, cuando se ha tenido el valor de hacer el mal, es necesario tenerlo para sufrir las consecuencias, Dios Juzga.

¿Cuándo el suicidio es para impedir que la vergüenza recaiga en los hijos o en la familia, será excusable?

Quien actúa así, no procede bien, pero él cree que si, Dios se lo toma en cuenta, porque es una expiación que él mismo se impone, atenúa con la intención su falta, pero no deja de cometerla.

Lo mejor será prohibir los abusos de la sociedad y sus prejuicios y solo así no se repetirán más suicidios de este tipo.

Quien se quita la vida para no afrontar la vergüenza de una mala acción, prueba que valora más la estimación de los hombres que la de Dios, porque va a entrar en la vida espiritual cargado de iniquidades.

Se privará de los medios de repararlas durante la vida, Dios es a menudo menos inexorable que los hombres, perdona al que sinceramente te arrepiente y toma en cuenta la reparación.

El tema que nos ocupa es largo, de manera que lo he dividido en dos partes para poder tocar cada uno de los puntos de manera puntual.

Así que los espero en la siguiente oportunidad, que trataremos el punto de quien se quita la vida con la esperanza de tener más pronto una mejor.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Leyenda entre el bien y los defectos

Por: Julio T.

El que calcula lo que cada buena acción puede reportarle tanto en la vida futura como en la terrenal, actúa como egoísta, pero no existe egoísmo al hacer buenas cosas con el fin de acercarse a Dios.

Este es el objetivo más importante a que debe aspirar cada ser humano, tomando en cuenta que la vida corporal solo es una permanencia temporal en la tierra, y que nuestro principal cuidado ha de ser el futuro.

En el intervalo de las encarnaciones, se aprende en una hora lo que costaría varios años aquí en la tierra, se entenderá que no existen conocimientos inútiles, todos contribuyen al progreso, mayor o menor.

El espíritu perfecto debe saberlo todo, la forma de realizarse, el progreso en todos sentidos, todas las ideas adquiridas favorecen el desarrollo del espíritu.

Muchos son los argumentos que se han escrito en función del bien, pero al final siempre salen a flote las críticas que solo ponen de manifiesto los defectos de las personas como si los defectos fueran hechos voluntarios.

Alguna vez se cuestionó que si dos hombres ricos, uno de ellos nacido en la opulencia, y nunca conoció la necesidad, y el otro debe su fortuna al trabajo, y ambos la utilizan solo para su satisfacción personal.

El interlocutor pregunta, ¿Cuál es más culpable?,

El que ha conocido el sufrimiento, ya sabe lo que es sufrir, conoce el dolor que no alivia, aunque muchas veces no los recuerde.

Y el que acumula dinero cada día más y más pero sin hacer bien a nadie, pregunta el interlocutor: ¿Tiene valor su excusa, en la idea de que produce dinero para legar más a sus herederos?

Eso me parece una mala conciencia, de los dos avaros, si uno se priva de lo necesario y muere de hambre junto a su tesoro y el otro solo es avaro con respecto a los demás, pero es pródigo para si mismo, nada le cuesta satisfacer sus gustos y pasiones.

¿Cual de los dos será más culpable? El que disfruta de sus goces, es más egoísta que avaro, y el otro, ha encontrado ya parte de su castigo.

Estudiar los defectos de las personas solo es reprochable si se hace para criticarlos y mucho más si se divulgan, en ese acto de divulgar, la culpa se incrementa, porque es como faltar a la caridad.

Es necesario recordar que la indulgencia para con todos los defectos ajenos es una de las virtudes entendidas en la caridad, antes de reprochar a otros sus imperfecciones, es prudente colocarnos frente a un espejo.

Si censuran al avaro, sean generosos, contra el orgullo, la humildad y la modestia, contra la dureza, la amabilidad, no escatimar en las acciones, ¿recuerdan? “ve la paja en el ojo ajeno”.

Hay quien escribe solo para criticar con el fin de producir escándalo, disfruta con ello al presentar cuadros de mal ejemplo que se convierten en muy buenos ingresos y así se justifican.

Pero eso no siempre es útil,, escribir cosas buenas es cuestión de conciencia, quizás cueste el mismo trabajo hablar bien de algún personaje que criticarlo con mala intención.

Algunos autores han escrito obras muy bellas que favorecen el progreso de la humanidad, la moral sin acciones, es como la semilla sin trabajo.

Para saber si se actúa mal o bien, habrá que tener conciencia del bien o mal que se practique, pesando todas sus acciones en la ley de justicia y de amor a la caridad.

El bien y los defectos van de la mano de la caridad y de las buenas costumbres, es muy sencillo caer en malas tendencias, que nos envanecen y retrasan el camino de la superación ante las leyes divinas.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Leyenda y virtudes y vicios

Por: Julio T.

Lo sublime de la virtud consiste en el sacrificio voluntario del interés personal por el bien del las personas, la virtud más meritoria es la que está basada en la caridad más desinteresada.

Es de entenderse que todas las virtudes tienen su mérito, todas son señales de progreso en el camino del bien en esta vida, hay virtud cuando hay resistencia por voluntad propia a las cosas malas.

Existen personas que hacen cosas en bien de la comunidad de manera espontánea y eso ocurre porque ya han progresado, porque han luchado en otro tiempo y han vencido.

Para esas personas de buenos sentimientos no significa esfuerzo alguno, sus acciones son tomadas como cosas naturales, el bien se ha convertido para ellas en un hábito.

Esas personas, deben ser felicitadas, se les puede honrar como a viejos guerreros que se han ganado sus grados militares en sus batallas para conseguir el bienestar de la sociedad.

Desde luego que estos ejemplos están lejos de nosotros, están lejos de la perfección, pero nos sorprenden y los admiramos mientras más raros son y mientras más comentados se presenten.

Pienso que deben existir mundos más adelantados que el que conocemos, pero eso habremos de indagar en un futuro cercano para poder sacar conclusiones.

Que hermoso sería que el sentimiento del bien fuera espontáneo en todo el planeta, que la humanidad se transformara y practicara la caridad en su verdadero significado, pero:

¿Cuál es la señal característica de la imperfección en el ser humano? “El interés personal”

En efecto, esa es la característica de la imperfección, el interés personal, las cualidades morales se parecen al dorado de una pieza de cobre, que no resiste la prueba del especialista en joyas.

Un hombre puede tener cualidades reales que lo hacen un hombre de bien ante los ojos de los demás, pero, aunque esa cualidades sean de un progreso, nada asegura que se pueda resistir a algunas pruebas.

Bastará con tocar alguna vez la fibra del interés personal para que salga a la superficie la realidad de sus debilidades y se descubra su realidad.

El verdadero desinterés es algo que muy poco se ve en el mundo, y cuando se presenta se le admira hasta como un fenómeno por lo extraño del caso.

El apego a las cosas materiales muestra una señal evidente de la inferioridad en que se encuentra quien manifiesta esa debilidad.

Cuanto más se apega un hombre a los bienes materiales, es síntoma de que comprende menos comprende su destino, y con el desinterés contemplará un mundo más elevado, un porvenir excelente.

La siguiente reflexión expone mejor lo dicho, no se da a algunas personas la fortuna para que la despilfarren, como no se da a otras para que la encierren en sus arcas.

Es un depósito del que habrán de dar cuenta, habrán de responder de todo el bien que estaba en sus manos hacer, y que no hicieron, y de todas las lágrimas que hubieran podido enjugar con el dinero que dieron a quien no lo necesitaba.

Muchas preguntas surgen con lo dicho, ¿Qué si es censurable y perjudica al progreso pensamientos sobre si hacer el bien puede esperarse mejor vida que en la tierra?

Es claro que hacer el bien sin ningún interés y solo por el placer de ser agradable al que sufre, se encuentra ya en un grado de adelanto que le permitirá llegar a la dicha.

Hacer el bien por reflexión no es el mejor consejo, el bien se debe hacer por impulso natural que no es otra cosa que un impulso de nuestro corazón.

Pero este asunto lo dejaremos para una próxima entrega para tratar de comprender mejor los conceptos del bien y el mal.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Leyenda y el derecho de propiedad

Por: Julio T.

Nada ni nadie tiene derecho de hacer algo que pueda comprometer la existencia corporal de ningún semejante, el derecho a la vida da al hombre el derecho a reunir los medios para vivir y descansar cuando ya no trabaje.

Este tema, he preferido incluirlo en este espacio de leyenda, para tratar demostrar que nada nuevo hay bajo el sol, esta idea la he tomado de un escrito mucho muy antiguo que al analizarlo resultó muy actual.

Dice el escrito que la condición para hacer fuerte ese derecho de reunir los medios, debe hacerlo en familia, como una abeja, por medio de un trabajo honrado, y no acumular como un egoísta.

Muchos animales dan ejemplo de la previsión, solo protegen lo reunido, ¿recuerdan las frases?: “No robarás, y Den al Cesar lo que es del cesar”.

Lo que el hombre reune por medio del trabajo honrado es una propiedad legítima que tiene derecho a defender, porque la propiedad que es fruto del trabajo, es un derecho natural tan sagrado como el trabajo y la vida.

Haciendo un paréntesis, vale la pena recordar que ese es el primer compromiso de todo gobierno, menor o mayor, que se precie de ser buen gobernante, incumplir el deber de la seguridad, descalifica lo demás.

El deseo de poseer cosas es absolutamente natural, pero cuando ese deseo de poseer cosas se activa solo para satisfacción personal, se convierte en egoísmo.

Surge entonces la pregunta: ¿A quien perjudica el que tiene con que vivir?, entonces, ¿No es legítimo el derecho de poseer lo que se desea?

La respuesta es sencilla, existen hombres insaciables que acumulan sin provecho para nadie, y muchas veces es solo para satisfacer sus pasiones y quizás hasta sus vicios.

Desde luego que eso no puede ser bien visto por Dios, al contrario, “aquel que acumula con su trabajo un capital pequeño o grande, con el fin de ayudar a otros, practica la ley de amor y caridad, su trabajo es bendecido.

La mejor definición de la propiedad legítima, es que: Solo es legítima esa propiedad cuando ha sido adquirida sin perjudicar a otros.

La ley humana muchas veces resulta imperfecta, porque establece a menudo derechos sociales cómodos que reprueba la justicia natural.

Por eso las leyes humanas se reforman a la medida que se realiza el progreso para comprender mejor la justicia, lo que parecía correcto o justo en el siglo pasado, en el presente parece equivocado.

Hablar de la caridad y amor al prójimo ayuda en gran medida en la comprensión de los conceptos mencionados, “Ser bondadoso con todos, tolerar las imperfecciones de los demás y perdonar las ofensas”.

El amor y la caridad son complemento de la ley de la justicia, porque, amar al prójimo es hacerle todo el bien que podamos y quisiéramos que a nosotros se nos hiciera.

La caridad no es solo la limosna, sino que es comprender todas las relaciones que tenemos con nuestros semejantes, ya sean nuestros inferiores, iguales o superiores.

Necesitamos de la tolerancia, ella nos prohibe humillar a otro, si es rica la persona que se nos presenta, se le tienen muchas atenciones, pero, si es pobre, parece que no hay necesidad de tomarse molestia alguna por ella.

El hombre bueno, disminuye la distancia que existe entre él y un hombre que no es rico ni poderoso, recordemos que no hay hombres miserables por culpa propia.

Sin embargo, una buena educación moral le hubiera enseñado a practicar la ley de Dios, “no caer en los excesos que causan perdición, de esto depende un mundo mejor para todos.