Loa
sacrificios humanos se remontan al principio de los tiempos, a la fecha no se
entiende como pudo el hombre ser inducido a creer que semejantes cosas pudieran
ser agradables a la divinidad.
Lo que
induce a los pueblos fanáticos a exterminar lo más preciado de la creación, con
la mira de agradar a Dios, pareciera tener el mismo origen en los pueblos de la
antigüedad con los sacrificios humanos.
Ante
todo, en la antigüedad no se comprendía a Dios como origen de toda bondad, en
los pueblos primitivos la materia se sobrepone al espíritu, se entregan a los
instintos de los animales y por eso fueron muy crueles.
Los
hombres primitivos debieron creer que una criatura animada era de mucho más
valor a los ojos de Dios que un cuerpo material, eso fue lo que los indujo a
inmolar en un principio a los animales.
Más
tarde lo hicieron con seres humanos, pues, siguiendo con esa falsa creencia,
pensaban que el valor del sacrificio estaba en relación con la importancia de
la víctima.
Actualmente
se practican intercambio de regalos valiosos en lugar de vidas humanas, la
diferencia es que lo eligen de tanto valor cuanta más simpatía y consagración
quieren demostrar a la persona, así lo hacían los ignorantes en el pasado.
El
sacrificio humano no tiene su origen en un sentimiento de crueldad, más bien se
trata de una idea falsa de agradar a dios, pero él nunca ha exigido
sacrificios, ni de animales, ni de hombres.
No se
comprende esa manera de honrar a la divinidad, destruyendo a las criaturas de
su creación, en todos sentidos no se justifica la destrucción de sus criaturas.
Nunca la
intención piadosa equivocada puede ser agradable a Dios, el juzga la intención
en cada caso, cuando en un acto laudable inmolando a uno de sus semejantes,
Dios no se fija más que en el pensamiento y no en el hecho.
Cuando
el hombre avanza, comienzan a reconocer su error y a reprobar esos sacrificios,
que no habrán de formar parte de las ideas de las inteligencias ilustradas.
Las
inteligencias estaban envueltas en el velo material, pero por medio del libre
albedrío podrán tener una noción de su origen y de su objetivo, y muchos
comprendían ya por intuición el mal que hacían.
Es muy
importante entender que al hacer la guerra a sus semejantes, se oponen a la
voluntad de Dios, que dice que debe amarse al hermano como a si mismo, todos
los pueblos, adoran a un mismo Dios, ya sea con este nombre o con otro.
¿Y
entonces, por qué hacer una guerra de exterminio?, porque su religión es
diferente o porque no ha llegado el progreso de la de los pueblos civilizados.
Pienso
que los sacrificios de animales no se justifican bajo ninguna circunstancia y
los sacrificios humanos sencillamente nunca debieron existir, por fortuna
parece haber desaparecido esa práctica en la mayor parte del mundo.
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