viernes, 16 de septiembre de 2011

El árbol parlante

El siguiente relato me lo hizo un amigo cercano y me sorprendió mucho aunque debo admitir que en principio rechacé la historia, pero ahora lo cuento para conocer la opinión de usted.

Relata, que caminaba por un lugar bastante arbolado y que cuando sintió cansancio se acerco a un árbol y dice que el árbol comienza a hablar y lo hace con tal puntualidad como si conociera toda su vida de tal suerte que se limitó a escuchar.

Nunca mi amigo se había sentido tan importante, conforme hablaba descubría que su vida no era tan gris como pensaba, ahora el árbol le hacía sentir como el hombre más importante.

Refiere que el árbol le dijo: Quédate quieto, respira profundamente, cierra tus ojos y permite que todo permanezca en silencio, trata de obedecer lo mejor que puedas, es importante.

Como niño, dice haber obedecido la orden, cerró los ojos y aspiró con gran inspiración, comprendió que debía acatar la orden del árbol parlante y terminó por entregarse a ello.

De repente se encontró hablando para si mismo y se reclamaba lo poco que había escuchado a sus seres cercanos, se arrepentía de no haber puesto atención al canto de los pájaros.

Haberse perdido el ruido de la lluvia al caer, el sonido del viento cuando arrastra las hojas en el otoño, ahora entiende que ha perdido muchas oportunidades de encontrarse a mi mismo, luego cambia la narración en primera persona.

Supongo que mi inconsciente también quiso hablarme en determinados momentos y no lo permití, debo haber tratado muy mal a mi inconsciente, nunca lo he dejado recordar alguno de mis sueños.

Mi esposa siempre me ha reclamado que niego la realidad de las cosas, que todo el tiempo me evado de la realidad y ahora pienso que tal vez tiene razón.

Le pido al árbol con quien estoy entablando este diálogo: Háblame un poco más, dime como puedo encontrarme internamente, no entiendo lo que he hecho con mi vida, como es que he sido tan egoísta conmigo mismo y con quienes me rodean.

Espero que no sea tarde para remediar las faltas que he cometido, de repente aparece una persona que no conozco y se dirige a mí diciendo: Que bueno que te vuelvo a encontrar, yo te conozco más que nadie, espero que no olvides lo que se te ha comunicado.

Puedes dar más importancia a lo que quieres ver, pero eso no significa que el resto no exista, cada cosa, cada recuerdo, cada sentimiento, todo lo puedes recuperar y utilizarlo para tu beneficio.

Por lo pronto, te aseguro que de aquí en adelante podrás recordar los sueños, interpretarlos y utilizarlos como herramienta fundamental para construir tu futuro.

¡Ah, se me olvidaba! No intentes tratarme como si fuera traicionero, porque yo soy tu inconsciente y yo no traiciono, lo que si te puede traicionar es tu consciente porque el si logra ponerte un disfraz a modo.

Todo disfraz de acuerdo a cada persona que encuentres en tu camino y es el, quien te hace actuar impulsivamente, te conduce a que te importe más el que dirán.

Te conformas con lo que ves y a los que te ven aunque eso no te hace feliz, mantente alerta, abre tus sentidos, no te derrumbes ante las trampas para demostrar lo que tienes y lo que no tienes.

Aprende a decir no, cuando no quieras hacer algo, aprende a cuidarte y respeta tus tiempos.

Al escuchar esto se encuentra solo en ese parque arbolado, nadie se encuentra ni cerca ni lejos, le aseguro que nada puedo comentar, supongo que fue un sueño, pero con mucha información.

No hay comentarios: