martes, 1 de marzo de 2011

Leyenda y el pensamiento

Por: Julio Torres

Se dice que solo por medio de la acción se puede vivir, es decir, convertirse en la vida misma, solo la acción es capaz de ponerse en contacto con la vida eterna, que es el ser mismo.

Dicho de otra manera, solo cuando se actúa, se obtiene vida proteica o que nunca se acaba, pero cuando se permanece inactivo, equivale a estar muerto, sin vida.

Cuando el ser humano piensa, esa actividad de pensar también es vida, porque se está en gestión, entendemos que los pensamientos de los demás, es vida de los demás.

Los pensamientos de otras personas, nunca podemos incluirlos en nuestra vida, nos  puede despertar, pero no nos hará vivir, si no estimulamos la función pensante de uno mismo, solo nuestros pensamientos son nuestra vida.

Para que mis actos y pensamientos sean eficaces, mi mente debe tener como sustento y guía a mi propia conciencia y mi fe debe ser inquebrantable, con poder y voluntad sin límites.

Ese poder y voluntad es el sustento de la esperanza, de ahí que los primeros pensamientos que deben anclarse en el alma de un niño son: Puedo y quiero.

Debemos cuidar que nunca jamás, ni el niño ni el adulto, conozcan los pensamientos que engendran el temor y el odio, con ellos la esperanza sucumbe sin remedio.

El pensamiento tiene una propiedad sui-géneris, la de atraer a la mente que lo  engendra, pensamientos afines o semejantes a sí mismo.

La mente que emite pensamientos de fortaleza, optimismo y voluntad, se ve enriquecida con aquellos pensamientos similares, que surgen de las mentes de los demás hombres.

De manera que el cerebro que forja pensamientos de temor, angustia y odio, provoca que se aumenten con el temor, la angustia y el odio, que germina en la mente de los demás hombres.

Ese es el secreto, tratar de emitir pensamientos para uno mismo, y para nuestros semejantes, construyendo una fuente inagotable de riqueza, poder y felicidad para todos.

Nunca permitir que esa fuerza creadora personal, sea instrumento de odios que empobrezca o lesione el patrimonio de ventura, a que tiene derecho la humanidad.

La mente no puede pensar en más de una cosa, su fuerza creadora, se pierde si se impresiona sincrónicamente con diversas ideas a la vez, procede sucesiva, pero vertiginosamente.

Si te esfuerzas en hacer que tu mente abandone los conflictos habituales, y medite en cada idea con detenimiento, observarás que tu poder mental aumenta, y que tus aptitudes se desarrollan sin limitación.

Por último, en la vida diaria es posible que necesites solicitar ayuda, trabajo, recompensa o gracia de otra persona, y se puede obtener con los siguientes requisitos:

1º Deseo ardiente y firme de lograrlo; 2º un derecho perfectamente establecido para pretenderlo, y 3º una absoluta convicción de que te será concedido.

Si careces de alguno de ellos, lo mejor será desistir, si quieres, tú si puedes, si no puedes, estoy de acuerdo contigo, no puedes.

Solo un pensamiento positivo es capaz de diseñar tus deseos perfectamente, y ¡cuidado con lo que piensas! Puede realizarse. 

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