Leyenda y la luz del espíritu

Por: Julio Torres

Se entiende que cuando el espíritu se desprende de la materia, es que va en busca de su propia liberación, el espíritu parece una lámpara que irradia luz propia.

Andamos por la vida cargando el peso de nuestros propios conflictos, y si encontramos la forma de liberarnos de ciertos sentimientos negativos, podríamos hacerlo con la misma facilidad con la que nos desprendemos de algo que no usamos.

Pero cuando está en contacto con el cuerpo, lo que lo opaca es la mente, se dice que cuando pasamos al otro plano es cuando comprendemos este fenómeno.

Durante un experimento de comunicación entre una entidad espiritual y un grupo de personas reunidas en ese momento, resulto sorprendente la descripción hecha por la entidad:

Se pregunta primero: ¿”Dónde estoy, no entiendo donde estoy”? Debo señalar que se trataba de una entidad espiritual que hacía poco tiempo de haber emprendido el viaje al otro plano.

“Huelo un aroma muy dulce, parecido al de las rosas, el aire, percibo un olor en el aire que no puedo precisar, si se parece al olor de la canela o al olor de la miel”.

“Casi imperceptible, siento una brisa, que me hace sentir como si estuviera flotando en el aire, como si mi cuerpo no pesara ni un gramo, intento caminar, pero me desplazo sin esfuerzo”.

“Intento descifrar lo que me rodea y parecen copos de algodón por todos lados, muy suaves, también me parece que estoy rodeado de nubes muy blancas como de color pastel”.

“Todo lo que veo me parece que es rosa celeste, pero esto es algo que nunca antes he visto y ahora veo el cielo, y en algunas partes se desprenden destellos dorados muy brillantes”.

“Se escucha música muy suave, pero es como un murmullo, luego surgen coros con sonidos muy armoniosos, sonidos que no conocía hasta el día de hoy”.

“Percibo una temperatura suave y agradable que me envuelve, la sensación de plenitud, de tranquilidad, no recuerdo haber sentido nunca antes esta experiencia”.

Pero, ¿”Dónde estoy, donde esta mi familia, donde esta mi gente, no conozco a nadie, estoy viendo personas pasar a mi lado y nadie se percata que aquí estoy, como si no me vieran, que esta pasando”?

“Todo parece un sueño, lo malo es que cuando despierte no voy a poder recordar todo esto, siempre olvido lo que sueño y esto es tan hermoso que no quisiera despertar”

¿”Cuanto tiempo hace que estoy aquí”?, ya se, le preguntaré a alguna de las personas que están pasando a mi lado, aunque no me conozcan.

Al terminar esta frase, por alguna causa se interrumpe la comunicación y todos los ahí presentes no pudimos encontrar respuestas en ese momento.

Si al cruzar la línea de la vida que conozco, las cosas se presentan agradables como lo manifestó la voz que estuvimos escuchando, creo que me resulta fascinante el pasar a esa otra vida.

En este momento considero que tiene sentido lo que indican algunas religiones o todas quizás,  no lo se, cuando hablan de la paz en el cambio de vida.

Cada vez que he asistido a reuniones que definen como “meditaciones”, donde escucho la voz de alguna persona que estuvo en nuestro mundo, y que ahora ya no lo está, aprecio un común denominador que indica paz y tranquilidad.

Un dato curioso es que cuando se refieren a un factor tiempo, solo es definido con la palabra “pronto” es decir, carente de medida, comprendo entonces que no hay tiempo ni espacio allá.

Este tema en lo personal me apasiona tratarlo, por lo que invito a leer otros reportes con la certeza de que todo lo que aquí describo, pertenece a experiencias vividas.