viernes, 4 de marzo de 2011

Leyenda y los bienaventurados

Por: Julio Torres

La narración dice, que viendo Jesús a las multitudes, subió a un monte y desde él les enseñó: “Bienaventurados los tristes” “Bien aventurados los mansos” “Bienaventurados los de corazón limpio; porque ellos verán a Dios”.

Se acercan los eventos “santos” que conmemoran los acontecimientos de la era que estamos viviendo, justo es que hagamos un análisis de lo que nos entregan dichos acontecimientos.

Fue dicho a los antiguos que: “Ojo por ojo y diente por diente, mas yo digo: No resistáis al mal, antes a cualquiera que te hiere en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.

“Amaras a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo, y yo digo: Amad a vuestro enemigo, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os calumnian y os persiguen”

“Para que seáis hijos de vuestro padre que esta en los cielos, que hace que el sol salga sobre los malos y buenos, y llueva sobre los justos e injustos: sed pues vosotros perfectos, como vuestro padre que esta en los cielos, es perfecto”

“No juzguéis para que tampoco seáis juzgados, y con la medida que midiereis seréis medidos” “Pedid y se os dará, buscad y hallareis, llamad y se os abrirá”

“Así que todas las cosas que queráis que los hombres hicieran con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque esa es la ley”

Sin duda son palabras y conceptos que mueven a la reflexión, y que no son ni nuevos ni antiguos, simplemente son actuales, o, ¿será que son eternos?

Debemos recordar que, si los cristianos de todas las sectas afirman que el alma de la civilización actual es su religión, podemos demostrar que no solamente el alma, sino todo lo que constituye nuestra civilización.

De nuestro progreso y cultura, frutos indiscutibles de las enseñanzas enciclopédicas y de la doctrina espiritual del maestro Pitágoras.

Él plantó la simiente de todas las ciencias, matemáticas, físicas, biológicas y sociales, que siguen vigentes hasta nuestros días.

Muy distinto seria el mundo occidental, si solo lo hubiesen guiado las enseñanzas religiosas, ya que lo ocurrido con el tipo de civilización impuesta durante la era medieval, es discutible.

Pitágoras es quien dejó impreso en los hombres de hoy el amor a las cosas de la tierra, les enseñó a obtener los óptimos frutos del esfuerzo humano en los vastos campos terrestres.

Ha suprimido con su sabiduría y con su optimismo, la intolerancia de quienes dicen ser herederos de Jesús de Nazaret, como si su grandeza fuera negociable.

¿Se intenta acaso colocar en la “arena de las ideas un duelo de magos? Tal parece que los contendientes son las iglesias contra el pitagorismo, ¿Cuál será el bueno y cual el malo?

En un tiempo se estableció el tribunal del santo oficio y la inquisición, mientras que el pitagorismo procuró el bienestar humano, fomentando el adelanto de todas las ciencias y artes.

Los hombres siempre han dispuesto de dos vías: El misticismo y el ocultismo, tal vez esa dualidad es la que ha ocasionado tantos conflictos en la historia de la humanidad.

He querido tocar este tema porque no puedo negar que nos ofrece muchas interrogantes, y otras tantas reflexiones, mucho es lo que se puede decir, pero creo que es mejor acudir a una buena dosis de reflexión. Felices pascuas. 

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