lunes, 14 de marzo de 2011

Leyenda y las regresiones

Por: Julio Torres

En la actualidad existen millones de personas que creen en alguna forma de vida después de la muerte, y existe un tema de especial interés, esto es, el período entre encarnaciones.

Es decir, el tiempo que sigue a ala muerte y el que precede a la siguiente encarnación, se ha denominado como “bardo”, que no es otra cosa que la vida entre vidas.

Investigaciones serias se han planteado para explicar la vida entre las vidas, con exploraciones metafísicas que se obtuvieron, con historias clínicas de los últimos tiempos y con resultados sorprendentes.

Las coincidencias relatadas entre distintos autores, coinciden en que elegimos nuestras vidas, como si se tratara de escribir un libro para cada encarnación, mientras nos encontramos en ese sitio reconocido como “bardo”.

Las vidas pasadas se han convertido en los últimos años en un estudio fascinante, es la re- encarnación, y es por medio de lo que llaman hipnosis regresiva como se han obtenido resultados sorprendentes.

Un relato que encontré al investigar refiere que un hombre cojeaba al caminar sin causa aparente, y al experimentar volviendo a su vida anterior, revivió el trance de una terrible herida que le afectó la pierna en su vida pasada.

Como este caso existen muchos, y en todos ellos la rehabilitación es maravillosa,  sin que intervenga medicina alguna, simplemente se rehabilita.

Para la fe católica, la reencarnación se contradice con la doctrina de la redención y solo acepta la resurrección en Jesucristo, y el conflicto es que de acuerdo con lo que dicen los investigadores, la vida no termina cuando nos despedimos de este mundo.

Muchas veces, me he pasado algunas horas tratando de entender, la razón por la cual, las religiones ofrecen la felicidad solo en la vida eterna, cuando que lo que se requiere es la felicidad en esta vida.

Palabras de Buddha: “Cada individuo es exactamente lo que él se ha ganado, el derecho de ser” Parece que los filósofos tienen razón, somos arquitectos de nuestro destino.

Los investigadores afirman que nuestra estancia en el “bardo” la utilizamos en cierto modo para diseñar lo que será nuestra vida futura o nuestra encarnación futura.

Algunas personas que se han sometido a la hipnosis regresiva, aseguran que inclusive entienden o saben de algún modo,  quien será la madre de la que deben nacer y donde.

Parece que existe una vigilancia estrecha durante el proceso de gestación, y que solo hay que esperar el momento de su entrada a este mundo para dar personalidad a ese nuevo ser.

Entiendo entonces que carece de valor aquello que muchos dicen a su madre: “Yo no te pedí venir al mundo” y de acuerdo a las investigaciones todo indica que cada uno de nosotros selecciona a quien nos va a dar la vida.

En este momento valoro en todo lo que vale la figura materna, es posible que a eso se deba el amor a  nuestra madre, y que adquiere un valor cargado de misterio, sin saber o entender el cariño y amor que le profesamos casi por instinto.

Si las cosas son como lo describen los especialistas, ahora comprendo el amor que le tuve a mi madre sin entenderlo totalmente, solo se que la quise mucho.

Por lo anterior creo que el termino “descansar en paz” queda sin efecto, me temo que el trabajo que debemos desarrollar en el “bardo” no es cosa fácil, y sin embargo es gratificante saber, que al cruzar el portón hay mucho trabajo.

Espero que mi partida a ese otro mundo pueda recibirla con dignidad, y con el deseo de cumplir con el trabajo que se me asigne con la alegría y diligencia adecuada.

No hay comentarios: