lunes, 28 de marzo de 2011

Leyenda en el fútbol

Por: Julio Torres

Siempre me he preguntado el porque los mexicanos soportamos la carga de una especie de vasallaje, que nos impide llegar a la meta como triunfadores.

Hoy, el responsable del rendimiento del equipo donde milita el chicharito, muestra una gran inquietud por el cansancio que pudiera presentar el jugador para los compromisos futuros.

Lo que me llena de alegría es lo mostrado por el equipo, en el primer tiempo del partido contra Paraguay, vimos a un equipo mexicano como si fuera un equipo europeo.

La estrategia fue la correcta, en ese primer tiempo, los jugadores del equipo contrario, nunca pudieron entender la estrategia de los mexicanos y eso, nunca había tenido la fortuna de verlo.

Una vez que culminaron las tres anotaciones, la emoción invadió toda mi alma, pues, estaba viendo morir al fantasma de los complejos del mexicano, que nos heredaron nuestros ancestros.

Esta vez, nadie se estaba equivocando, parecía que la delgada línea entre querer ser, y el aceptar la derrota de siempre, habían quedado atrás, la habían sepultado para siempre.

Pero no fue así, en el segundo tiempo volvió el nefasto fantasma, y nuestros jugadores ya no fueron los mismos, o más bien, volvieron a ser los mismos perdedores y por poco lo logran.

Que difícil resulta erradicar ese fantasma, los años que nuestros ancestros tuvieron que soportar, durante el vasallaje aplicado en tiempos de la Nueva España.

Las luchas que durante el siglo de la independencia se desencadenaron, a causa de la ausencia de acuerdos, entre las partes que participaron en los movimientos, provocaron derramamiento de sangre en forma alarmante.

Desde entonces, lo que se escucha es que no se logran acuerdos, y ya son muchos siglos los que se han consumido, y los acuerdos no asoman siquiera por la cerradura.

Como el fútbol es un deporte muy popular, decidí entenderlo mejor y es posible que pronto esté aprendiendo, y utilizando la manera de comunicar con el léxico adecuado.

Parece cosa de leyenda el hecho de encontrarnos en el “ya merito” desde los años cincuenta, en que un equipo de México intentaba brillar en la contienda mundial.

Las causas por las que nunca hemos podido son muchas, y la historia de muchos jugadores, y técnicos, y administradores que lo han intentado, también es abundante, pero no se puede.

Ese “no se puede” es lo que hemos cargado durante siglos, esa ha sido la herencia, esa ha sido la carga heredada por nuestros ancestros, esa es la razón por la cual “no se puede”

Por fortuna ya son muchos los jugadores que han cruzado esa pequeña línea entre lo blanco y lo negro, entre el fantasma de lo bueno y el de lo malo, deseo que así continúe.

Deseo también, que las nuevas generaciones tomen conciencia no solo en el fútbol, sino en todos los aspectos, y en todas las actividades de la vida diaria, para borrar hoy y para siempre a ese fantasma del vasallaje.

Quizás valiera cerrar este escrito con la frase “sí se puede” aunque los poderosos digan que no se puede. 

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