viernes, 31 de diciembre de 2010

Concordancias bíblicas

Por: Julio Torres

Cada pueblo se ha formado una idea sobre el asunto de la creación del universo según el grado de sus conocimientos y sus teorías muy respetables todas.

La razón apoyada en la ciencia ha reconocido la imposibilidad de ciertas teorías, la objeción se hace en función de las contra dicciones con el texto de los libros sagrados.

La creencia del primer hombre en la persona de Adán, como tronco único de la humanidad, no es la única que ha sido objeto de modificación para la religión.

En una época se dijo que el movimiento de la tierra era opuesto al texto bíblico y el asunto desencadenó una serie de persecuciones, y sin embargo, la tierra gira a pesar del anatema.

Está escrito que el mundo fue creado en seis días y fija la época de dicha creación más o menos 4000 años antes de la era cristiana, sin embargo, la ciencia prueba lo contrario.

La formación de la tierra está escrita con caracteres imborrables en el mundo fósil y  los seis días de la creación quizá se refiera a seis períodos, cada uno de los cuales puede abarcar centenares de miles de años.

Desde luego que lo anterior no determina que los textos bíblicos sean falsos, más bien se trata de interpretación errónea de los hombres al hacer las traducciones.

La ciencia ha descubierto el orden en que han aparecido los diferentes seres vivientes, como se indica en el Génesis, con la diferencia que no salió de manera milagrosa, sino con arreglo a las leyes de la naturaleza.

Pero no por esto es menos sublime la obra divina, la ciencia no la menosprecia, la ciencia la presenta bajo un aspecto más grandioso con las nociones de poderío y majestad de Dios.

La ciencia ubica al hombre en último término en el orden de la creación de los seres vivientes; Moisés fija el diluvio universal en el año 1654 antes de Cristo y la geología presenta el cataclismo anterior a la aparición del hombre.

Habremos de entender que los textos bíblicos fueron escritos por distintas personas y que la recopilación de estos se realiza a lo largo de muchos años.

Por otro lado, cada época o cada poderío adoptaba una forma de medir el tiempo, de tal suerte que, solo el estudio de la geología puede entregarnos una aproximación histórica de los acontecimientos.

La cuestión estriba en saber si el cataclismo geológico es el mismo de Noé, y cuando se encuentren vestigios de la existencia del hombre antes de la gran catástrofe, quedará probado que no fue Adán el primer hombre.

Es verdad que la existencia del hombre antes del diluvio geológico es hipotética, como muchos de los pasajes descritos en los textos sagrados, lo importante es tratar de interpretar.

Lo grandioso es que no es mucho lo que podemos aportar en función del concepto divino o lo que es Dios, o como es Dios, eso siempre va a quedar en el sentimiento profundo de cada uno de nosotros.

¿Quién es Dios, o en donde está es solo un acto de fe?, pues, esté donde esté, lo que importa es que está, por lo menos así lo creo yo.

Es prudente no declararse en contra de ciertas doctrinas que pueden desmentir tarde o temprano a los que la combaten.

Lejos de extinguirse, se amplían las ideas religiosas caminando al lado de la ciencia y esa es la única forma de evitar un punto vulnerable al escepticismo.

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