Por: Julio Torres
La revista de prestigio de la cual obtuve el dato del incremento demográfico que equivale a 5000 millones de habitantes del planeta entre 1930 y 2010, indica además que la población ascenderá a 9000 millones de personas en el 2045.
Durante la década de los cincuentas del siglo pasado ya se contemplaba el dato que ahora pongo sobre la mesa y sin embargo, poco o nada se hizo para evitar el crecimiento exagerado.
Por esos tiempos se comenzaba a hablar de la pastilla anticonceptivo que tomó un auge en la década de los sesentas desde luego con cierto temor.
También por esos años la consigna religiosa que determinaba como, con quien y en que momento una pareja debía ejercer el proceso de generación comenzaba a desgastarse.
Luego se inicia una especie de libertad sexual que al paso del tiempo crea una serie de conflictos sociales con el advenimiento del principio “amor y paz”.
La fortaleza familiar que se encargaba a la cabeza femenina de la familia, se deteriora por la cantidad de separaciones de las parejas con o sin divorcio y por diferentes motivos, inicia la pérdida de los valores familiares.
Los programas de estudio a todos los niveles cambian por muchas y muy variadas causas, además de que ahora las madres de familia tienen que salir a conseguir el sustento diario para los hijos que ahora ven en la mamá en el doble papel, padre y madre a la vez.
Desaparecen los controles natales instituidos por la religión, ya a nada hay que temer, viva la libertad, viva la vida como se entienda el capricho de cada quien.
Actualmente en China que durante siglos ha sido el país más poblado, ha tomado medidas para controlar esa explosión demográfica, y creo que va por buen camino.
Lo malo es que cualquier medida que se tome implica que un cambio solo se perciba después de generaciones cuando ya puede ser tarde.
Se decía que las guerras eran las que lograban el mejor control natal, pero hay que recordar que la esperanza de vida actual es de 85 años promedio, así que una guerra no creo que resuelva gran cosa.
Lo que más aqueja a la humanidad es la desigualdad económica y social de todos los pueblos de la tierra, creo que más saludable sería buscar métodos para evitar esa desigualdad.
El ser humano es la única especie que posee inteligencia para acaparar todo cuanto se le pone frente a él, el resto de las especies solo consume lo que necesita, por ahí puede estar la solución, creo.
Tampoco son los gobiernos los que pueden resolver, creo que el asunto es social y no gubernamental, un paseo por Internet pone al descubierto todos los conflictos mundiales.
Pudiera ser que así como las religiones se desgastaron en su control social, así los sistemas de gobierno, cualquiera que sea su etiqueta, se han desgastado y no lo aceptan.
Volver a la educación familiar de alguna manera puede entregar resultados satisfactorios, desde luego que este es un trabajo especial para los sociólogos.
Con este reporte solo he pretendido colocar en la mira el tema ya de por si complejo, pero como todo, yo si creo que debe haber más de una solución para nuestros descendientes.
Espero en verdad que reflexionemos en este asunto de la demografía mundial.
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