domingo, 26 de diciembre de 2010

Leyenda y ahora se ve claro

Por: Julio Torres

Durante casi siete mil años se utilizaron guijarros transparentes como lentes de aumento para lograr ver claro lo que de otra forma era realmente imposible.

El guijarro es una pequeña piedra redondeada por la erosión, que se utilizaba como lente de aumento para de esa forma resolver algunos problemas de la vista, sobre todo lo que ahora conocemos como vista cansada.

El funciona miento del ojo humano se conocía desde muchos años antes de Cristo, pero pasaron siglos antes de que se pudiera mejorar de manera significativa la visión por medios artificial es.

Se cuenta que por el año 54 antes de Cristo, Plinio el viejo, escribió que el emperador romano Nerón observaba el combate  de los gladiadores a través  de una lente pulida de berilio o de esmeralda, montada sobre un anillo.

La esmeralda de Nerón es el primer uso registrado de algo parecido a los anteojos de sol ya que la lente de berilio la utilizaba para disminuir el resplandor del sol.

Del consejero de Nerón, Séneca el joven, se dice que cuando leía, miraba los libros a través de un “cuenco” de vidrio con agua para aumentar el tamaño de las letras.

El cuenco era un recipiente de madera como si fuera un vaso, siglos después, en el once, muchos pensadores griegos creían que la visión depende de la luz que ingresa al ojo.

Sin embargo, Alhazen, un matemático árabe, escribió un extenso tratado sobre óptica, la ciencia de la visión y la percepción visual.

El principio de aumento es la clave para corregir la hipermetropía o mala visión de cerca y hacer que los objetos se puedan enfocar con nitidez.

A modo de lentes de aumento se usaban lo que llamaban “piedras de lectura” se trataba de semiesferas delgadas y pulidas de cristales transparentes de cuarzo o berilio.

Marco Polo comento que los ancianos chinos usaban lentes convexas para ayudarse a leer caracteres pequeños, esto lo dijo por el año 1270 aproximada mente.

Es probable que el primer par de gafas rudimentario se haya producido en Italia a principios del siglo catorce, hecho con dos lentes de lectura unidos por un remache.

Benjamín Franklin aparece como el inventor de los bifocales, para corregir la visión de lejos y de cerca pero se hacia con dos lentes montados en un marco para cada ojo.

Hasta principios del siglo pasado se desarrollo la versión que combinaba ambos tipos de corrección en un único cristal.

Hoy día los oftalmólogos utilizan el rayo láser que se ha convertido en la gran herramienta con la que se puede corregir casi cualquier problema de los ojos.

Pero no debemos perder de vista que con la vida moderna lo mas seguro es que surjan nuevos padecimientos oftalmológicos, que se convertirán en nuevos retos para los especialistas.

Lo  importante es que sigamos viendo claro.

No hay comentarios: