jueves, 12 de agosto de 2010

Leyenda y un ángel personal

Por: Julio T.

La pregunta, ¿los hombres en estado salvaje o de inferioridad moral, tienen también sus espíritus protectores, y en este caso son de orden tan elevado como los de los hombres muy adelantados? Esta me pereció en principio pregunta poco ética, pero no es así.

Todo hombre aún en estado salvaje o de inferioridad moral tiene un espíritu que lo cuida, pero las misiones son relativas a su objeto, nadie confiaría a un niño que está aprendiendo a leer a un profesor de filosofía, el progreso del espíritu familiar corresponde al del espíritu protegido.

Cuando se tiene un espíritu protector que los vigila, pueden a su vez llegar a ser protector de un espíritu que es inferior, y los progresos que le ayuden a realizar, contribuirán a su adelanto, Dios no pide al espíritu más de lo que le permite su naturaleza y el grado a que ha llegado.

Muchas preguntas surgen, una de ellas es ¿si al espíritu protector, está unido un espíritu malo para alejar al protegido del buen camino? Y la respuesta es que sí, como si se tratara de un equilibrio, el protegido escucha una y otra versión sobre un mismo asunto y parece que afortunada mente sale triunfador el bueno la mayor parte de las veces.

Parece que todas las personas tienen siempre varios espíritus, mas o menos simpáticos y elevados que las aprecian y se interesan por ellas, como también los hay que las incitan al mal, una explicación a este fenómeno, es cuando nuestra mente o pensamientos no encuentran una respuesta adecuada para un problema especial.

Mucho se parece a los momentos en que muchas personas nos están hablando al mismo tiempo, y que no atinamos a decidir a quien escuchar primero, mucho menos a tomar una decisión, y lo que hacemos entonces es tomarnos un tiempo, para separar lo que cada persona nos dice, y hasta entonces se toma la decisión que pensamos es la correcta.

Imaginemos por un momento cuando varios espíritus nos hablan al mismo tiempo, y que además no los vemos, el problema se multiplica, es por eso que la recomendación es la misma que se ejerce en este mundo, tomarse un momento para depurar la información recibida, hasta llegar a una decisión aceptable.

Pero en ambos casos tenemos un punto que converge, en el plano espiritual hemos de darle prioridad a la voz del ángel personal, de ahí la importancia de identificar lo plenamente para no equivocarse, y en este plano, escucharemos a la persona que califiquemos como más confiable, por su trabajo cotidiano.

Los espíritus prefieren acudir a donde están sus semejantes, pues allí están más a sus anchas y mas seguros de ser escuchados, el hombre atrae a los espíritus en razón de sus tendencias, ya sea que esté solo o que forme un estado colectivo.

Puede ser una sociedad, una ciudad o un pueblo, entonces vemos que hay sociedades y pueblos que son ayudados por espíritus más o menos elevados, según el carácter y las pasiones que en ellos dominan, los espíritus imperfectos se alejan de quienes los rechazan, y resulta que el perfeccionamiento moral de la colectividad, como el de los individuos, tiende a descartar a los espíritus malos, y atraer a los buenos, que provocan y mantienen el sentimiento del bien de las masas, como pueden otros incitar a las malas pasiones.

En este caso, una comunidad posee un ángel personal que será rector de esa comunidad hasta que sea relevado por otro, si así se requiere.

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