Por: Julio Torres
No hay ninguna palabra sacramental, ningún signo cabalístico, ningún talismán que influya sobre los espíritus, solo el pensamiento lo logra.
Tanto el espiritismo como el magnetismo, nos dan la clave de una gran cantidad de fenómenos sobre los cuales ha forjado la ignorancia una infinidad de fábulas, en las que la imaginación ha exagerado los hechos.
La naturaleza del espíritu llamado, depende de la pureza de la intención, también de la elevación de sentimientos, la pequeñez y debilidad de las ideas, dan entrada a los espíritus imperfectos y burlones, es el principio de que como es arriba es abajo.
Cuantas veces nos hemos dejado influenciar “aquí abajo” por personas con mala intención, que nos engañan con argumentos, cayendo en la trampa de creer lo que dicen, así se presenta también el fenómeno allá “arriba”.
.Los que se dicen hechiceros, cuando proceden de buena fe y que están dotados de ciertas facultades, hacen cosas que en realidad no comprenden, pero dicen poseer poder sobrenatural, ¿los sabios, han sufrido la hoguera por los ignorantes?
El espiritismo y el magnetismo son el mejor preventivo contra las ideas supersticiosas, porque demuestra lo posible y lo imposible, lo que entra en las leyes de la naturaleza y lo que no pasa de ser una creencia ridícula.
Cuando se consulta a un “vidente”, a veces recomienda que se agreguen metales preciosos y valiosos en nuestra vestimenta, para demostrar que todo está saliendo de maravilla, y lo único demostrable es que nos ha entregado unos gramos de seguridad.
Si la seguridad en si mismos es firme, el éxito no demora, y quienes lo notan, se impresionan con “nuestro éxito”, ese es el momento apropiado para solicitar una consulta a nuestro hechicero personal y la cadena continúa.
No existe mejor modo de comunicarse con lo que llamo “arriba” que un pensamiento puro y limpio de toda maldad o sentimiento, para obtener una perfecta forma de comunicarse con los espíritus que siempre están atentos a nuestras solicitudes.
Tampoco existen soluciones milagrosas, todo es mental, todo es fabricado por nuestra mente, ahí es donde reside la inteligencia para enfrentar cualquier tipo de situación que la vida nos presenta.
Los espíritus se convierten entonces en guías que nos indican los mejores caminos para conducirnos en el tiempo que nos toque vivir aquí “abajo”
Basta consultar las liturgias religiosas, todas manejan los mismos principios.
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