sábado, 26 de junio de 2010

Leyenda o verdad liberación del alma

Por: H. Alcalá

La vida del cuerpo cede a la del alma, parecen dos existencias, pero más bien son dos fases de la misma existencia porque el hombre no vive doblemente.

Parece que dos personas que se conocen pueden visitarse mientras duermen y muchos otros que no creen conocerse se reunen y se hablan y sin sospecharlo se pueden tener amigos en otros países.

El hecho de visitar, durante el sueño, a personas que pueden ser útiles, amigos, parientes y conocidos es tan frecuente, que casi todas las noches lo hacen.

Muchas veces nos cuestionamos cual es la utilidad de esas visitas nocturnas, ya que no las recordamos y parece que al despertar se conserva la intuición y a menudo origina ciertas ideas espontáneas que no pueden explicarse.

Esas ideas son las mismas que se han adquirido durante aquellas visitas, vamos, lo que ocurre es lo siguiente: El hombre se duerme, su espíritu se desprende, y a menudo está lejos éste último de seguir lo que el hombre habrá resuelto.

La vida del hombre interesa poco al espíritu cuando está desprendido de la materia, esto ocurre respecto de los hombres un tanto elevados, pues los otros pasan de muy distinto modo su existencia espiritual.

Muchas veces se entregan a sus pasiones o permanecen inactivos, puede suceder que, según el motivo que se proponga, el espíritu vaya a visitar a las personas que quiere, pero aunque tenga esta voluntad estando despierto, no es razón para que así pase.

Muchas veces un cierto número de espíritus encarnados se reunen y forman asambleas, los lazos de amistad antiguos o recientes, reunen a menudo de este modo a diversos espíritus que son felices estando juntos.

Por la palabra antiguos, deben entenderse los lazos de amistad contraída en anteriores existencias, al despertarnos, tenemos intuición de las ideas que hemos adquirido en esas conversiones ocultas, pero cuyo origen no sabemos.

Una persona que creyera muerto a uno de sus amigos, sin estarlo, quizás podría encontrarse con él en espíritu y saber de esta manera que está vivo.

Como espíritu, puede verlo y conocer su suerte; Si la creencia de que está muerto su amigo, no la tiene impuesta como una prueba, tendrá un presentimiento de su existencia, como pudo tener el de su muerte.

Los fenómenos espirituales me parecen fascinantes, y en la medida que se van entendiendo, nos entregan un buen número de datos que sin lugar a dudas nos van a servir para cuando haya que cruzar el portón entre esta vida y la otra.

Mientras ese momento llega, es bueno tratar de informarse lo más que se pueda.

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