miércoles, 30 de junio de 2010

Leyenda o verdad hable con un espíritu

Por: Julio A.

Hablar con un espíritu no tiene por que ser un asunto rodeado de misterio o magia, es tan real como cualquier tertulia.

El comunicarse con los espíritus es tan antiguo y tan actual que no justifica el cubrir el evento con un velo de misterio, tampoco se requiere un ritual muy sofisticado, solo se necesita que alguna persona posea la facultad necesaria.

No todos tenemos esa facultad, vamos, yo no la tengo aunque me gustaría, pero he conocido a una veintena de personas que poseen esa facultad y eso me permite ahora tratar de delatar a ustedes mis experiencias.

En principio dejaré establecido que lo que se conoce como manifestación espiritual, también es conocido como meditación espiritual y a los espíritus que se presenta, la mayor parte de las veces es por medio de diálogo.

Explico, una persona que posee la facultad para permitir que un espíritu hable por medio de su cuerpo, solo necesita aceptar que ese espíritu se manifieste, utilizando sus cuerdas bucales para que se establezca el diálogo.

Como paréntesis, debo aclarar que algunas personas le llaman “entidad” en lugar de espíritu a quien se comunica, bajo la mecánica de que alguien preste su cuerpo y permita comunicarse, y que el Espíritu o la entidad lo utilice.

La voz que se escucha cuando se presenta el fenómeno de comunicarse con alguien que ya no está en este mundo, solo parcialmente se parece a la voz de la persona que “presta” que presta su cuerpo para comunicarse.

Después de muchas experiencias con esta forma de comunicarse, poco a poco fui entendiendo esa mecánica, y cada vez entendía mejor el fenómeno, y cada día encontraba mejores respuestas.

El ambiente de misterio que la mayor parte de la gente le otorga a este fenómeno, dista mucho de ser muy necesario, más bien lo utilizan como medio para obtener beneficios económicos que no se justifican.

Son las mismas entidades las que en un momento determinado solicitan algo material, como aromas, flores, velas o veladoras, y hay quienes desean volver a disfrutar de su platillo favorito o de su bebida inclusive.

Y con una entidad que en vida fue del sexo masculino y hablaba con acento extranjero, por medio de una amiga y vecina que prestaba su materia, me solicitaba que por lo menos le sirviera una copa de tequila para volver a disfrutar de esa bebida.

Parece que un fenómeno como éste, se manifiesta cuando la entidad no ha logrado un avance aceptable, pero eso lo analizaremos en otro tiempo, lo importante hoy es la forma como viví esa y otras tertulias con varias entidades o espíritus.

Y la recomendación: si llegan a tener la oportunidad de vivir algo parecido, no duden en aceptarlo, no pasa nada extraordinario, fuera de lo hermoso que es el comunicarse de esta manera.

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