sábado, 23 de abril de 2011

Leyenda y la estancia etérea

Por: Julio Torres

Recuerdan que hablé de “un largo viaje” y que de momento no entendía en verdad donde me encontraba, hasta que ocurrieron algunos asuntos que me hicieron despertar al darme cuenta que solo era un sueño,  como si ya estuviera muerto.

Algo que me inquietó severamente, fue la incertidumbre de no saber nada de mi familia, y como parece que en toda familia, siempre existe un hijo con el cual la comunicación es mejor.

Recuerdan que un personaje de nombre José, que según dijo, es el encargado de recibir a quienes ingresan a ese paraíso y que con él obtuve los primeros razonamientos de mi nuevo estado de “vida”.

Todo parece haber sucedido tan rápido que en este momento me cuesta mucho trabajo recordar tantos datos y acontecimientos, que ahora me propongo describir aunque sea solo uno de ellos.

José me preguntó la causa por la cual mostraba una cierta preocupación, y le manifesté que se trataba de mi familia, que quisiera hacer algo para ayudarlos.

Ahora José me dijo que  podía viajar para verlos y encontrarme con cada uno de ellos, pero en orden, a lo que pregunté: ¿por orden alfabético?

Se trata más bien por orden de percepción, es decir, se debe enviar una señal con mucho cuidado, me dice José: “no puedes aparecer en medio de la sala de la casa como una visita cualquiera y decir: Aquí estoy”.

Desde luego que te encantaría tomar una forma humana, bajar y decirles ¿Qué tal, como están? ¡Volví a visitarlos porque los extrañaba mucho! Pero, ¿Qué crees que pasaría?

Existe el riesgo de provocar infartos masivos y morirían de emoción, ese es el motivo que nos impide aparecer en forma de materia, aparecer en sueños es lo justo o adecuado.

Una de las cualidades que deben tener las personas que te van a soñar, es que sean perceptivas, de otra forma es imposible enviar mensajes.

José afirma que hay personas que se comunican directamente con sus seres queridos, sin la necesidad de hacerlo por medio de los sueños y ejercen una magnifica comunicación.

Pregunté entonces ¿Cómo voy a poder comunicarme con mi hija Paty? Muchas veces escuché que esa comunicación era posible, pero siempre me mostré escéptico en estos asuntos.

“Te enseñaré como hacerlo”, me dijo José mi guía, “podrás llegar hasta tu casa en forma de luz como si se tratara de un rayo luminoso concentrado y así encontrarás a la persona más perceptiva de tu familia”.

“Solo espera a mañana, te enviaré a un ser sumamente dulce, ella se encargará de mostrarte el camino, será alguien muy importante en la última etapa de esta espiritualidad”.

¿Porqué enviarme con una mujer, muchas veces me dijeron que en este lugar no existe diferencia de género?
“Si haces menos preguntas, entenderás mejor tu estancia en este lugar, solo haz lo que se te indica y encontrarás las respuestas que deseas”.

No se cuanto tiempo pasó pero pronto se hizo la mañana y una mujer que estaba de pie a la puerta de mi habitación, emitía un gran esplendor, parecía una estrella dorada y su gran sonrisa inspiró de inmediato una gran confianza.

¿Estas preparado para el viaje?, me preguntó, “es un largo viaje”, prometo portarme bien exclamé, “no me prometas a mi, el compromiso es contigo mismo, abre la ventana y partimos de inmediato.

Como en este espacio me es imposible describir el viaje, lo prepararé para el próximo reporte, claro que el sueño resultó tan rápido que ahora poco a poco lo estoy recordando, así que por favor permítaseme contarlo en la próxima.

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