sábado, 9 de abril de 2011

Leyenda y el séptimo cielo

Por: Julio Torres

En el séptimo cielo es donde las almas son creadas, esto dicen los enterados y como no tengo argumentos para descalificar tal afirmación, prefiero seguir por el mismo camino.

Se dice también, que esa alma creada, al llegar al tercer cielo, es cuando se divide en dos partes, y no necesariamente son del mismo tamaño y que caen o se depositan en distintos lugares.

Ambas partes de esa alma, acuden en busca de sus padres, y entran en ellos para convertirse en nuevos seres después del tiempo conocido como las nueve lunas, o los nueve meses como lo entendemos nosotros.

Cada uno se nutre de la enseñanza recibida en el seno familiar, con sus creencias y valores morales, de tal suerte que ocupara el lugar social que a la familia corresponde.

Irá adquiriendo costumbres y enseñanzas de como amar, además de la genética proporcionada por los progenitores, es lo que marca a cada persona en este mundo.

Muchas de las grandes historias que hoy día se escriben, y se adaptan a los medios de entretenimiento como el teatro, cine y televisión, muestran lo que en la imaginación del autor conviene para hacer que las almas se encuentren.

En el mundo de nuestra  realidad, la dificultad para encontrar esa alma gemela es cuando el o ella se comienzan a sentir mal, cuando no saben qué es lo que les molesta de la vida y no tienen paz interna.

No se comprende porqué cuando estamos solos todo es desilusión, o cuando estamos acompañados  nos sentimos solos.

La consigna es estar feliz, solo o acompañado, ser fiel a uno mismo, lo maravilloso es cuando sientes que quien esta contigo, con solo mirarte, esta diciendo: “todo esta bien”.

Estar en pareja es  convivir, eso es ser feliz, o llámese como se llame, estar en pareja y sentir  molestia todo el tiempo,  es estar muerto en vida.

Los espíritus o las almas son las que se enamoran, los cuerpos son solo una consecuencia y un elemento para contemplar la alquimia del amor.

Las parejas que se flechan entre ellos, son amores que nacen a través del conocimiento, cuando se ven por primera vez, tal vez ni se registran, tal vez no se dan cuenta.

A medida que se van conociendo es que se van enamorando, son dos seres que se ven porque comparten un trabajo o un estudio, esos amores, se razonan, se piensan y luego se sienten.

Lo que me queda claro es la existencia de varios cielos que tantas veces he escuchado y que es en el tercer cielo donde ocurre la partición de las almas para convertirse en almas gemelas.

Es posible que por eso fue creado el ángel flechador, ya que esta comprobado que  no poseemos la capacidad de flecharnos a nosotros mismos.

Por lo tanto, dejo este tema del ángel encargado de flecharnos para encontrar a nuestra alma gemela para el siguiente tema.

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