lunes, 18 de abril de 2011

Leyenda y después del sueño

Por: Julio Torres

Recuerdo el nombre de José, que se presentó como la persona que tenía la encomienda de recibirme, pero que por alguna causa se había retrasado, y solo me aconsejaba tranquilizarme.

Me decía: No tengo permitido explicar todo lo que te está sucediendo, ten paciencia y todo se te va a aclarar a su debido tiempo, ni antes ni después, ya verás.

Decidí mantenerme callado, pues, José mostraba una determinación firme y sin embargo a la vez muy convencida de lo que estaba diciendo, yo sabía que aunque insistiera, nada lo haría cambiar de opinión.

Me hizo señas de que lo siguiera y le obedecí de buena gana, y él se adelantó ligeramente y lo seguí unos pasos atrás, guardando una respetuosa distancia pero con agrado.

Algunas veces se aseguraba de que lo fuera siguiendo, mirándome con cierta dulzura como si con esa actitud pudiera darme una cierta seguridad, o tal vez para evitar mis preguntas.

El camino parecía largo, pero a medida que avanzábamos se apreciaba un día más luminoso y las luces parecían especiales y la música que se escuchaba muy  suave.

Llegamos a una especie de pasillo con paredes de cristal como de aparadores comerciales, pero  de dimensiones poco comunes, como si un sol iluminara un arco iris después de la tormenta.

La habitación a la que entramos no era cuadrada como es la costumbre, más bien su forma era un tanto irregular, lo mismo que los muebles tenían formas diversas.

Tal vez la mejor descripción sea que eran muebles raros simplemente, experimenté un escenario muy singular, solo pensé en sentarme, y un mueble se transformó en un sillón.

No faltaban las flores de ornato en la habitación, lucían colores brillantes y despedían un perfume tan dulce y a la vez muy suave, un cáliz dorado al lado de las flores le daba un toque sublime de ornato.

Algunas mariposas revoloteaban entre nosotros, se escuchaba música de arpa que mas parecía parte de la decoración, de la extraña habitación que por lo demás, me tenía fascinado.

Todo lo anterior es parte del sueño que relaté en un artículo anterior, debo admitir que adelanté el final, por lo impactante del resultado, cuando me entero que ya estaba muerto.

Inclusive no conté que otro personaje se acercó a  para enseñarme algunas lecciones de vida, las que tendría que haber aprendido en la tierra mientras tenía un cuerpo y una vida.

Inclusive le reproché que llegara un poco tarde si yo ya estaba muerto y le pregunté, ¿Por que quieres enseñarme lo que yo tendría que haber hecho en su momento mientras vivía?

¿Por qué no apareciste cuando cometí cada error en mi vida? Después de todo lo que pasé, después de todo lo que sufrí, no le encuentro sentido a todo esto.

¿Cómo puedes explicar el sentido que tiene, aprender una lección después de muerto?, y en ese momento fue que desperté cuando pedía con desesperación que me dijera si ya estaba muerto.

Por esta vez, creo que ese sueño llegó a mi en un momento bastante oportuno, yo no se si así es el cielo o el lugar a donde llegamos después de morir, pero reconozco que el lugar y lo acontecido fue bastante placentero.

Creo que sacaré provecho de este sueño, por lo menos para tratar de corregir lo que por ahora parece que estoy haciendo mal o me estoy equivocando.

Espero que haya sido de su agrado este relato, nunca antes me había atrevido a contar algo como esto por el temor de parecer exagerado o poco creíble, gracias.

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