sábado, 29 de enero de 2011

Leyenda y mi sueño

Por: Julio Torres

Cierto que no sabemos que es lo que hay después de cruzar el portón, pero muchas veces lo he meditado, y siempre llego a la conclusión de que, alguna actividad me debe estar esperando.

Si a lo largo de mi vida he desarrollado muchas actividades, no veo porque no puede suceder lo mismo en la otra, por lo menos eso es lo que deseo o quiero hacer.

Cuando he asistido a “meditaciones espiritas”, por sistema se habla de encomiendas diversas, pero una que me gustaría me encargaran, es la protección y el cuidado de alguno de mis seres queridos que prevalecerán a mi partida.

Pienso que el estar a la expectativa de la vida de alguien con la posibilidad de transmitir de alguna manera mis experiencias debe resultar muy gratificante sobre todo en las cosas buenas.

Tantos errores que he cometido en mis muchos años de vida y que de ninguna manera puedo hacer que el tiempo regrese, bien vale la pena entregar la experiencia a quien pueda proteger.

Muy efectivo seria, que ese paquete de buenos deseos los pudiera entregar a quien elijan, pero desde niño, para contar con el tiempo necesario para guiar con éxito y de manera honesta.

Muchas veces en mis momentos de meditación, me parece estar cumpliendo con un proyecto como el que imagino y como en ese lugar no existe tiempo ni espacio, creo se puede diseñar un buen proyecto.

Es poco probable desde mi punto de vista que exista en el otro mundo, beneficios y castigos que tanta publicidad le hacen las religiones, pues ellas están estructuradas por hombres.

En realidad lo imagino así, como otra forma de vida, que en nada debe ser como la presente aquí en la tierra, con los problemas y tribulaciones conocidas.

Tampoco debe haber trampas de los poderosos, que nos agobian hasta el cansancio, cuando tratan de aplicar un despojo insultante hasta reducirnos al nivel de esclavos.

Es posible que en ese mundo, si se pueda ejercer una vida de libertad como la deseamos en el mundo presente, solo que sin placeres y vida satisfactoria que hoy a veces no apreciamos.

Como desaparecen los medios de comunicación que conocemos, nada hay que nos puedan vender o que puedan obligarnos a comprar aun contra nuestra voluntad.

En mi sueño, me encuentro en actividad permanente, como no existe día y noche, tampoco existen relojes que me obliguen a dejar de trabajar hasta determinada hora.

Nunca habrá manera de dejar un poco de trabajo para el siguiente día, pero lo que resulta fascinante es el servir a otra persona, acudiendo a toda solicitud que formule.

Como el cansancio no debe existir, un proyecto puede completarse en semanas meses días y hasta años quizás, pero que felicidad debe ser cuando un proyecto llega a buen fin.

Le invito querido lector, a reflexionar en este tema que mucho debe ayudar a evitar el temor a la muerte, y no se preocupe, cuando nos toque partir, nada le ocurrirá a los que se quedan.

La vida sigue y seguirá adelante y nuestros hijos y nietos enfrentaran todos los problemas de manera adecuada, nada los detendrá, tampoco nada justifica que nos preocupemos por ellos.

Recuerde que ellos también tienen a su lado su ángel protector que les indicara cuando y como hacer las cosas para evitar dañar a los seres queridos.

Me gustaría conocer su sueño en este tema, querido lector, y si lo desea, lo podemos hacer extensivo para que muchos otros lectores nos den cuenta, es decir, que nos entreguen sus comentarios.

Todos soñamos alguna vez con esa transferencia cósmica, vale la pena comunicarla.

No hay comentarios: