jueves, 8 de julio de 2010

Leyenda y el acto de fe

Por: Julio T.

Para descubrir un acto de fe, es necesario que el ser humano se convenza que alguna vez tiene que acudir a un acto de fe para erradicar sus temores.

La función de las religiones, básicamente cubren el espacio que queda vacío cuando ocurren cosas que no entendemos, y no las entendemos porque nunca se nos explican desde el punto de vista filosófico, siempre es teológico.

Indudable es que la fe es como alguien dijo, que mueve montañas, y así ocurre, solo con fe es como lograremos conquistar los deseos por difíciles que se presenten.

Mucho se ha escrito desde tiempos remotos en función de la mecánica que se utiliza para conseguir los sueños y deseos que son lo que la vida tiene reservado para darnos felicidad

A finales del siglo pasado, un sacerdote jesuita español escribió un libro sobre las curaciones por medio de la fe, y dice en sus relatos que, durante algunos años se dedicó a investigar el fenómeno, en una comunidad brasileña.

Este es quizás el primer contacto que tuve con estos asuntos que por cierto, debo manifestar que para entonces, este tema lo califiqué con poca fortuna, pero no pasó mucho tiempo en que lo acepté sin dudar.

Alguna vez en una reunión con personas de distintas religiones, se formó una discusión sobre las famosas “limpias” y ninguno de los asistentes estaba dispuesto a escuchar los comentarios pues el que menos afirmaba que eso era cosa del demonio.

Se sorprendieron de tal manera cuando los invité a revisar un escrito que todos consideran como un libro divino porque dicen que fue dictado por dios a sus profetas.

Entonces conseguí un libro bíblico de mi pequeña biblioteca, nada especial, pues lo adquirí en una casa de productos cristianos, y les invité a leer el libro levítico a partir del capitulo catorce, y les pedí que lo leyeran en silencia cada una de ellos.

En ese libro y en ese capítulo en especial, está escrito que así, con las mismas palabras la manera como Dios le dictó a Moisés ejecutar las “limpias” con el objeto de mantener la salud de los Israelitas durante esos 40 años.

La sorpresa incomodó a algunos, otros lo tomaron con cierta filosofía y como no encontraban la forma de descalificar lo que acababan de leer, solo tomé la decisión de justificar la omisión, con este comentario, las religiones solo hablan de lo que quieren.

No deben sentirse defraudados, por eso es muy importante consultar a uno y otro autor para sacar conclusiones, les expliqué entonces que nunca acepto lo primero que me dicen, que siempre me tomo un tiempo para analizarlo.

Sugiero lo mismo para ustedes, es probable que lo que aquí escribo sea o no del agrado de ustedes, solo pido que lo analicen, es importante para su vida.

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