domingo, 4 de julio de 2010

Leyenda o verdad de vida muerte y viceversa

Por: H. Alcalá

Si el regreso a la vida es cierto, entonces las preguntas se multiplican ¿Cómo es ese regreso? ¿Qué pasa con la experiencia anterior? ¿Se pierde?

La para sicología sostiene que un ciclo de vida, muerte, solo en este plano se puede cuantificar, porque el lugar donde “habitan” las almas que han dejado este mundo, no existen los conceptos tiempo y espacio.

Hay quien dice que, solo aquí podemos medir tiempo y espacio, la conclusión de diseñar un ciclo de 144 años para explicar el fenómeno vida muerte, se entenderá con mayor facilidad, si hablamos de nacimiento y renacimiento.

Supongamos que una persona nació el 10 de enero de 1940 y muere el 10 de enero del año 2000, entonces ha vivido 60 años, si el planteamiento es cierto, entonces, deduciremos que permanecerá 84 años en el otro plano.

Y una vez cumplidos esos 84 años ocurrirá el renacimiento a una nueva vida en la que tendrá que enfrentar nuevos asuntos, nuevos problemas y nuevos retos para seguir avanzando en el conocimiento de las cosas incluyendo las divinas.

Surge entonces otra pregunta; ¿Qué pasa con los niños prodigio como es el caso Mozart, que siendo niño asombró a todos con su conocimiento de la música?, y que difícil era para músicos experimentados entender su grandeza.

Como en todas las cosas de la vida, se dice que toda regla tiene excepción, y si eso es cierto habrá que darle crédito a quien dice que existen almas que reencarnan de inmediato por causas varias.

Una de ellas es que en su vida anterior le fue suspendida por accidente o por agresión trágica, y entonces el ciclo se altera, de un modo o de otro, es lo que hace que el regreso sea muy rápido.

Puede ocurrir también que el regreso sea postergado por diversas causas, y entonces habrá que esperar hasta miles de años para regresar.

El punto de partida es que ninguna de las filosofías habla de exactitud, los 144 años que mencionamos me parece que solo es un punto de referencia para poder explicar el fenómeno vida, muerte.

Es muy bueno entender que el disfrutar de esta vida es un gran privilegio, estaremos de acuerdo que los placeres de que disfrutamos son formidables y aunque el sufrimiento muchas veces nos domina, al solucionarlo, produce placer también.

La esperanza de un mañana siempre será placentera, la esperanza de un mañana es lo que nos mantiene vivos, activos y completos.

Mañana hago tal o cual cosa, mañana te amaré más que hoy, mañana seré más feliz.

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