lunes, 22 de noviembre de 2010

Leyenda y el salterio

Por: Julio Torres

El salterio o libro de los salmos a diferencia de otros libros bíblicos es el único que fue creado solo para la oración, el objetivo de los salmos no es dar una enseñanza nueva.

Los salmos no son una doctrina, son plegarias que ponen en contacto directo al hombre con su creador, reflejan además las tradiciones de los hebreos antes de Cristo.

Son 150 plegarias las que componen el salterio como libro sagrado, son las esperanzas, pecados, costumbres y temores de los creyentes de aquellos lejanos días.

La distancia que nos separa de ese tiempo histórico determina que a veces resulte difícil para nosotros comprender algunos párrafos y conceptos del salterio.

Pero es claro que continúa teniendo vigencia gran parte de su contenido, tanto por la belleza poética que posee, como por la fe que transmite cada una de las palabras.

Al rey David se le atribuyen  unos 73 poemas, algunas de las alusiones históricas presentes en ellos impiden asegurar que él haya sido el autor, tampoco hay datos contrarios.

Algunos estudiosos suponen que los salmos pudieron ser escritos por sus discípulos y que se los atribuyeron al rey David en su honor, lo cual puede tener fundamento.

El concepto de autoría era muy distinto al que tenemos hoy en día, en aquellos tiempos las obras solían ser colectivas, no importaba la propiedad intelectual.

No todos los estudiosos están de acuerdo en la cantidad de plegarias que componen el salterio, la versión más aceptada es la que sostiene que esta formada por 150 salmos.

Cada libro termina con una doxología, es decir, como enunciado que reproduce una opinión común o una apariencia, la doxología también es usada en la liturgia católica.

El último de los salmos, el 150, concluye con una doxología de carácter universal que da fin al libro con una alabanza universal, vamos a reproducir parte de lo dicho.

Alabad a Dios en su santuario; alabad le en la magnificencia de su firmamento, alabad le por sus proezas; alabad le conforme a la muchedumbre de su grandeza, alabad le con salterio y arpa, alabad le con pandero y danza, alabad le con cuerdas y flauta.

Algunos cabalistas afirman que cantando este cantar. El salmo 150, se reciben muchos beneficios, y lo describen como un canto de alabanza, al cumplirse un deseo muy esperado.

Dicen también que es para agradecer por el bienestar propio y de los seres queridos.

Creo que lo más importante de escudriñar en el salterio es entender que por siempre el ser humano ha necesitado de donde sujetarse cuando le aturden los problemas.

La sugerencia sería: acercarse al salterio, creo que vale la pena aunque solo sea por curiosidad histórica, tratar de entender aquellos tiempos.

Recuerden que quien camina por la historia, tiene menos oportunidad de equivocarse, la historia nos ayuda a entender mejor el presente.

No hay comentarios: