Por: Julio Torres
Una lucha de años que dejó familias fracturadas, además de los daños económicos, de salud, culturales y sociales que ocuparon muchos años en recuperar.
Conformar el nuevo México no fue cosa fácil, y las historias de los protagonistas se convirtieron en leyendas al paso del tiempo y el cine no fue la excepción.
A la figura de Pancho Villa se le adjudican una serie de leyendas que por medio de un centenar de composiciones musicales conocidas como “corridos” siguen vigentes.
Inclusive en una reunión espiritista a la que asistí, hace unos 20 años, recuerdo que una entidad que hablaba por medio de una mujer que prestó su cuerpo para tal asunto, decía llamarse Doroteo Arango pero nada tenía que ver con Pancho Villa.
La sorpresa fue grande pues los narradores históricos siempre han relacionado el nombre de Pancho Villa con el de Doroteo Arango y en esa reunión se derrumba la historia.
Pero al México del siglo pasado creo que poco le interesa la verdad o la mentira en este asunto, la figura de Pancho Villa fue y sigue siendo importante en la historia de hace 100 años.
Lo mismo acurre con la figura de Emiliano Zapata, son muchas las leyendas que cubren su imagen, dando vida a una serie de historias que poco importa su veracidad.
Lamentable también, que tanto a los héroes de la independencia, como a los de la llamada “revolución” su final fue trágico, nacido de traiciones.
El mismo presidente Madero corrió con la misma suerte, a pesar de que comulgaba con la práctica del espiritismo, nunca, debo entender, fue prevenido de su final.
Tal parece que por medio del espiritismo fueron guiando sus acciones hasta lograr sentarse en la silla presidencial por el año de 1911.
Las cadenas de televisión están preparando documentos con el fin de exaltar la figura de esos héroes, pero cuantos héroes anónimos se quedarán en espera de que alguien los recuerde.
Es curioso que no solo en asuntos de hace 100 años se recurra al espiritismo para obtener datos que enriquecen las leyendas y que se pueden comprobar con la ayuda de fotografías, pues eso ocurrió con la niñez de la fotografía.
No cabe la menor duda que nos ha tocado vivir una gran época, donde somos testigos de tantos avances tecnológicos que se iniciaron por la década de 1940.
Creo que esa es la razón por la cual no hemos podido resolver problemas sociales que parecen sencillos, la tecnología sufre cambios radicales a cada momento.
No terminamos de entender un sistema tecnológico, cuando ya debemos comprar otro, ¿será por eso que los problemas sociales nos resulta difícil resolverlos?
En la revolución, la diferencia de clases sociales al parecer fue lo que originó el conflicto, hoy día sigue siendo muy notoria la misma diferencia de clases sociales.
Solo deseo que no llegue a dispararse el descontento social y que pudiera encenderse un conflicto que retrasara al país otros cien años.
Creo que 200 años son suficientes para estructurar un país con libertad como México, el trabajo debe ser de todos y con un principio de libertad y respeto a la ley por todos.
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