miércoles, 6 de octubre de 2010

Leyenda y un soldado ruso

Por: Julio Torres.->Subscribe a mi blog, es gratis.

Una señora con la facultad de médium, me permitió saber y conocer de la vida de un soldado ruso que luchó durante la segunda guerra mundial en las trincheras de Europa.

Sin preparación de ninguna especie esta amiga también solo indicaba que entraría alguien de nombre Nicolás, cerraba los ojos y después de un minuto experimentaba una especie de temblor facial y al momento comenzaba a hablar una voz masculina.

La primera vez comenzó a “revisar mi apariencia” y digo revisar por decirlo de alguna manera ya que la señora permanecía con los ojos cerrados, hasta que comenzó a hablar.

Sin saber de quien se trataba me dispuse a escuchar y lo primero que preguntó ¿Qué era lo que quería yo saber, para iniciar la conversación?

Solo le dije que por algunos años trataba de entender el fenómeno de comunicarse entre ambos mundos y que esa era la razón de haber invitado a la señora sin importar la distancia que nos separaba.

Le expliqué la amistad que tenía con un conocido de ella que fue quien nos presentó y gracias a esa amistad es que pudimos concretar la visita de este momento.

Parecía como si él me conociera de muchos años, pues comienza a comentar asuntos que inclusive admito que ya los había olvidado, quizás eso fue lo que me dio confianza.

Aplico el protocolo y le pregunto su nombre y me contesta que se llama Nicolás, y a medida que seguimos conversando me dice que es ruso y de inmediato le pregunto el porqué habla español.

A manera de burla me dice que si quiero podemos hablar en su idioma y comienza a pronunciar una serie de palabras que de ninguna manera puedo repetirlas y mucho menos interpretarlas.

Me explica que solo me hizo la broma para  despejar toda clase de dudas, que lo que pasa es que durante mucho tiempo él trataba de hablar pero que “la materia”, refiriéndose a la señora se lo impedía.

Y continúa, hasta que tu amigo la fue preparando, pudimos hablar el mismo idioma, por eso es que ahora me puedo comunicar con mucha facilidad, ya me entiende “la materia”

Después de una hora de estar conversado de distintos asuntos, me pregunta el porqué no le consulto de mis males orgánicos como lo hacen todos los que visitan a “la materia”.

Claro que le contesto que nada me duele y si tengo muchas cosas que preguntarle por lo maravilloso que me parece el poder entablar una platica entre ambos planos.

Así que se me ocurrió preguntar que recordaba de lo último que vivió en este plano, en donde se encontraba y cuales experiencias recuerda con más claridad.

Me platica que se encontraba en lo que conocemos como una trinchera, lamento no recordar el nombre que pronunció, pero quedó en mi mente el concepto de trinchera.

Como los disparos eran muy continuos, dice recordar que sintió un fuerte dolor señalando su garganta y que después se puso todo oscuro y que después de un momento reaccionó.

Que a lo lejos apareció una pequeña luz y que corrió hacia ella, y rectifica, digo corrí porque no se como lo hice, pero de momento ya estaba cerca de la luz y me acerqué mucho más hasta que fui absorbido por esa luz.

Durante mucho tiempo, no se cuanto, no supe que hacer y en momentos que me alteraba y me hacía tratar de hablar pero nadie me hacía caso y solo hacía que “la materia” se moviera y me dejara hablar, pero no lo conseguía.

Cuando le pregunto si tenía idea de la fecha en que ocurrió la oscuridad, menciona el año 1944 a mediados por las cartas que enviaba a su familia, pero la fecha exacta no pudo decirla.

Aquí dimos por terminada la “meditación” por haber utilizado mucho tiempo y me recomendó que no debiera utilizarse mucho tiempo porque se debilitaba “la materia”.

Me quedé entonces con una reflexión y al “despertar” la señora, lo primero que le pregunté fue su fecha de nacimiento a lo que me contestó que había sido en los primeros días de agosto de 1944.

Desde luego que lo vivido y conversado con mi ahora amigo ruso, me produjo más dudas que las que tenía antes de conocerlo o conversar con el, de manera que debía seguir la investigación.

En siguientes “meditaciones” encontré nuevos datos que me impresionaron todavía más, pero esos los platicaremos en el siguiente reportaje, les espero y ojalá les guste.



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