domingo, 31 de octubre de 2010

Leyenda y descubre a tu ángel

Por: Julio Torres

El “protector o ángel de la guarda o como quiera que se le identifique, es indudable que quisiéramos conocer o por lo menos saber quien fue en vida o como fue su vida.

Sobre todo cuales fueron sus gustos o sus aficiones, o cual fue su modo de vida y cuales pudieran haber sido sus tendencias  y su desempeño.

Hay a quien le gusta un determinado tipo de música y no puede  descubrir, o no quiere descubrir esa afición a determinadas cosas, pero creo que ese es un punto muy importante.

Quiero describir una práctica que me fue mostrada hace algunos años y que considero acertada pues la sencillez de su proceso hace que cualquier persona la  pueda practicar con facilidad.

Desde luego que no existe riesgo alguno en lo que describiré, pues todo está supeditado a lo que cada persona pueda hacer, tampoco se requiere un ritual específico, solo el deseo de hacerlo.

No quiero mencionar  el nombre de ninguna disciplina porque todas merecen aprobación, ya que negar alguna de ellas sería poco prudente, todas son respetables y acertadas en su caso.

Habrá que invertir tiempo, pues todos los días imagina remos primero, como pudo ser la persona cuando se encontraba en este mundo, cuales eran sus gustos o aficiones o sus fobias inclusive.

Muchas personas que se dedican a “descubrir” como es o como fue en vida el protector, casi siempre mencionan que se trata de algún personaje famoso o poderoso en su tiempo.

Por alguna razón, todas las religiones dictan en sus liturgias a nivel pecado, si nos entregamos a la tarea de indagar ciertas actitudes que finalmente no compren demos puntualmente.

Creo que para aceptar que mi protector fue un personaje famoso se requiere algo más que solo el nombre, no es operativo adjudicar a nadie valores o personalidad que nunca existió.

Una disciplina dice que para saber o descubrir quien es el protector, basta con que el gurú se concentre unos instantes y descubra la personalidad de ese protector.

Otras personas aseguran que mediante una serie de rituales va a ser posible descubrir quien fue en vida el protector asignado desde el momento de nuestro nacimiento.

Lo que se ha dado en llamar intuición, es el factor más importante para poder descubrir a dicho personaje, cuantas veces manifestamos que un alimento no gusta y tampoco investigamos el porqué, simplemente, no gusta.

Entonces, bajo este principio, podemos deducir que si algo no es de nuestro agrado, debe tener una razón poderosa para afirmar que eso no gusta, pero la pregunta será ¿y porqué no gusta?

Claro que de inmediato no se tiene una respuesta convincente de porqué no me gusta algo, pero si me detengo un instante a reflexionar, seguro que encontraré alguna respuesta.

Además de los gustos, también influye el círculo de amistades con las que somos afines, dicha afinidad no es obra de la casualidad, muchos estudios aseguran que eso es parte de la personalidad que en vida llevó quien ahora ha sido designado como protector.

Se complementa esta práctica al permanecer frente a un espejo grande y con una iluminación tenue, tratando de mirar con tranquilidad, sobre todo nuestro rostro.

Dice quien diseñó este experimento que al cabo de unos 30 días es posible que se pueda reflejar la imagen de nuestro protector aunque de manera tenue o difusa en ese espejo.

Si nuestro objetivo es saber quien es nuestro protector, bastará con solicitar su presencia de un modo tranquilo frente al espejo y si no logramos ver al protector, por lo menos corremos el riesgo de conocernos a nosotros mismos para el bien de nuestro entorno.

También podemos acudir a temas complejos si no logramos conocer al protector como el de los sucesos que se presentarán en los próximos años.


Pudiera ser que resulten atractivos para dejar de lado a nuestro protector, y que haga su trabajo lo mejor posible, pero que resultemos abandonados.

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