El
destino es una abstracción que subyuga, tal vez porque el destino siempre es
incierto, o porque en realidad es algo que desconocemos, aunque existen
personas que juran que pueden adivinar el destino con solo consultar sus
herramientas.
Los
asuntos adivinatorios, son algo que siempre he puesto en tela de juicio porque
el adivinar es tan relativo, siento que está sujeto a una serie de eventos que
nadie puede tener control sobre ellos, por mucho que se lo proponga.
Si el
destino tuviera forma humana, seguramente afirmaría que ha sido enviado por el
ser supremo, pero el señor destino sería capaz de afirmar que él es quien todo
lo ordena y no el ser supremo.
Cuestión
de puntos de vista, hay quien dice que el señor destino es quien acomoda los
planetas antes de que nazcamos, por eso se le considera como parte de la vida
de cada quien.
Algunas
historias dicen que el señor destino es quien manda y que nadie se puede
escapar de sus brazos, otras creen que pueden desafiarlo y cambiarlo a su
antojo, sería bueno saber la verdad ante todo.
Lo
importante es que estemos al tanto de todas las respuestas que el señor destino
pueda proporcionarnos, a veces, tenemos las respuestas frente a nosotros y no
somos capaces de percibirlas, siquiera para entender el mensaje.
Cuantas
veces por apatía dejamos de buscar respuestas, nos volvemos inflexibles en
muchas etapas de la vida, sobre todo cuando necesitamos un apoyo fundamental
por realizar, o por lo menos canalizar una posible solución.
El
señor destino debe ser flexible en algunos momentos, pero nunca un tirano, es
un personaje que hace su trabajo con cada uno de nosotros, claro que resulta
difícil dejar contentos a todos.
Me
pregunto entonces: ¿Si el señor destino sabe lo que pasará, debe escribir
nuestra historia? Entonces: ¿porqué no acomoda todo y evita que las cosas
salgan mal desde el principio?
Tal
parece que todo está sujeto a leyes divinas que de ninguna manera podemos
cuestionar, si de verdad el señor destino existe, debe ser un funcionario de
muy alto nivel y solo se trata de un colaborador subalterno que también se rige
por esas leyes divinas.
Me
imagino al señor destino recibiendo ordenes superiores: “Traza un camino y arma
las piezas que necesita tal persona que va a nacer, porque quiero que se lleve
una buena experiencia de vida”.
Deja
que elija a quienes van a ser sus padres, cual es el camino que debe seguir,
dentro de todos los senderos que le trazaste previamente.
Solo
hay un destino pero con diferentes matices, de otro modo se perdería la
libertad que es uno de los dones más preciados, todos somos libres en todo
momento, lo malo es cuando hacemos mal uso de esa libertad.
Es como
tener un mapa de la vida y al observarlo se pueden elegir caminos, el camino se
hace al andar, bien o mal, furioso o calmado, lo importante es que los caminos
que se recorran sirvan para aprender, con aciertos y errores.
Debemos
recordar que si no existiera la oscuridad, la luz no aparecería, sin lágrimas
no se puede disfrutar la risa, algunas veces los extremos se juntan, pero sin
lo bueno y lo malo no existiría el equilibrio.
Se dice
que: El destino está marcado, más bien parece que el mapa está colocado a
nuestros pies, y a estudiar, saber como encontrar indicaciones, como atravesar
muros y de esa forma, encontrar la felicidad, con el destino diseñado con nombre y apellido.
muros y de esa forma, encontrar la felicidad, con el destino diseñado con nombre y apellido.
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