lunes, 21 de noviembre de 2011

Escribiendo en la arena

Las personas muestran una gran facilidad en recordar lo que les hace daño y olvidan también con gran facilidad lo que les hace bien, eso es lo que escriben en la arena, pero lo malo parece que buscan grabarlo en un metal fuerte y duro y que no se borre.

Un gran proyecto podría ser, que quienes han trascendido los umbrales de este mundo, y que ahora en el mundo donde se encuentran pudiera transmitir con la tecnología actual sus experiencias vistas desde ese plano.

Que de alguna manera se convocaran ruedas de prensa o seminarios, que resultarían altamente educativos, permitiéndonos descubrir mecanismos adecuados y no cometer los mismos errores que de manera consuetudinaria cometemos.

No sé, si se encuentran arriba o abajo quienes se han adelantado a esa otra vida, o tal vez ni siquiera imaginamos las coordenadas de ese lugar, pero debe existir como lo han afirmado muchos pensadores importantes de todos los tiempos.

Es posible que en estos tiempos mucha gente esté preocupada por buscar por medio de la fe, o por métodos mentales o de espiritualidad, un camino que les oriente hacia el encuentro de la felicidad como cada uno lo entienda.

También habrá quien pueda ser feliz ignorando todo, hasta se pudiera decir que quien no piensa es más feliz, sin embargo, creo que no es lo ideal andar por la vida sin saber la razón de vivirla, es muy importante preguntarse: ¿De dónde vengo y adónde voy?

Puede haber personas que no busquen respuestas sobre su propia vida, pero cuando ya estamos transitando en esta vida, debemos buscar el camino de la búsqueda y armarse de paciencia y así encontrar las respuestas a los “porqués”.

Una vez que entramos en el camino de la duda, no se puede salir de él, quedamos atrapados por saber más y más, de momento el camino resulta agotador, pero el premio es la riqueza interior que se obtiene, es lo que nos hace felices.

Platicar con las flores de un jardín es como platicar con personas, muchas veces he escuchado que quien logra platicar con las flores, recibe respuesta a sus preguntas de una manera difícil de explicar, pero que sucede y además resulta tranquilizante.

Un deber de todos nosotros es transmitir todos los conocimientos que la vida nos entrega por simples o lógicos que nos parezcan, todos somos dueños de cada descubrimiento, de cada concepto aprendido, y nuestro deber es divulgarlos en favor de todos.

Cuando hemos escuchado lo suficiente, se hace necesario transmitirlo, nada debemos guardar, porque nada es propio, todo es propiedad de todos, todos tenemos la habilidad de transmitir lo que aprendemos.

La parte material es importante y necesaria cuando se vive en este plano, donde todo tiene una forma y donde aprendemos que aferrarnos a una cosa material, solo podemos conseguir un buen Paquete de frustraciones.

Obtener dinero es bueno, lo que es malo es hacerse esclavo de ese dinero, el sufrimiento que se experimenta cuando ese dinero falta, es la desesperación, lo que no se entiende es que siempre existe la posibilidad de recuperar el dinero que se pierde.

Entendamos que las pérdidas materiales siempre hay posibilidad de recuperarlas, la prosperidad es para todos, simplemente hay que saber esperar.

En lugar de escribir en la arena, las cosas buenas que nos pasan, busquemos la forma de escribirlas en el metal más duro y resistente que ni el tiempo ni los elementos logren borrar las cosas maravillosas que nos han ocurrido, no más arena para nuestros escritos.

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