lunes, 2 de mayo de 2011

Leyenda y donde nacer

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Por: Julio Torres

La interrogante de lo que fue primero, ¿si la gallina o el huevo? Es muy parecido a la interrogante de si un espíritu decide nacer y en donde, además de elegir a sus padres.

El resto de esa interrogante establece si los padres son los que deciden el nacimiento de un nuevo ser, o la pregunta: ¿Quién decide como y en donde debe nacer un nuevo ser?

Por lo menos en mi experiencia como padre, no me atrevo a asegurar que mi esposa o yo hayamos decidido que alma debía nacer de nosotros y como sería.

En algún lugar leí el  siguiente dialogo, el equivalente a un maestro le indica a una persona: “Acompáñame, ha llegado la hora; ven conmigo y sígueme”

¿Puedes decirme a donde me llevas? Y le contesta el maestro: “Vamos a la vida” ¿Cómo es nacer, me puedes decir? “es como morir, cuesta un poco de trabajo, pero tu sabes que puede ser una gran aventura”

De momento llegan a una especie de sala de recepción muy grande y ven “personas” haciendo fila, y digo “personas” porque no encuentro la forma de describir como son las almas.

Dice el maestro: Todas esas almas están haciendo fila esperando la autorización para nacer, y pregunta nuestro personaje: ¿Me tocará pronto o debo esperar mucho tiempo?

¿Estas apurado? Deja que cada uno tome su lugar, ya te tocará, recuerda que en este lugar no medimos el tiempo, aquí nada se mide en tiempo ni en espacio, aquí solo debemos esperar cuando las condiciones sean favorables para regresar a la vida.

Mira, allí se encuentra la mujer que me ayudó cuando llegué a este lugar, es una lastima que no recuerdo su nombre y como me gustaría volver a verla, pero se encuentra muy lejos.

“No te preocupes, ella sabe que ya estas en la fila para volver a nacer, entonces, dice nuestro personaje: Permíteme que llegue hasta a ella para saludarla y quizás podamos nacer juntos o reunirnos alguna vez.

Espera, espera, dijo el maestro: deja que ella elija donde nacer, te aseguro que ella te buscará si así está previsto, de otro modo nunca se encontrarán así recorras medio mundo.

Deja las cosas así, cuando vuelvan a la vida se presentará la oportunidad de encontrarse si ese es el camino que deben recorrer, y si no, entonces se encontrarán cuando regresen aquí.

Solo quiero saludarla, se lo merece, después de todo sigo siendo un espíritu libre y puedo elegir. Pero perderás tu lugar, y nadie te puede ayudar, le dice el maestro.

Dice el autor de esta narrativa que el regresar a la vida es como estar cruzando una gran arcada, y que se ve como cuando vemos caer una estrella en el firmamento.

Al cruzar esos arcos, el nuevo ser, se convierte en un rayo azul identificado como una alma pura, y es depositada en un cuerpo a una nueva vida.

El maestro hace sonar sus dedos y le muestra a nuestro personaje los rostros de muchas personas, hasta que le llama la atención una pareja joven y dijo: Quiero esos padres.

¿Por qué quieres a estos padres? Pregunta el maestro.

No lo se, me parecen caras conocidas. Perfecto, le dice el maestro, adelante y que todo resulte como lo imaginas o como crees que debe ser, ahora sí, utiliza tu libre albedrío.

Solo se me ocurre cerrar esto afirmando que cada uno de mis hijos es quien me ha elegido, y en verdad, me siento muy orgulloso de que así haya sucedido, pues los adoro a todos por igual.

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